De cada diez denuncias por maltrato presentadas en las comisarías del valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, ocho denuncias son de mujeres maltratadas, señaló el representante del Centro de Emergencia Mujer, CEM, de Kimbiri, Stalin Quispe, quien al dar cuenta de estas alarmantes estadísticas, sostuvo que esta problemática ha avanzado mucho más que las medidas de prevención que deberían tomarse en las familias de la zona.
Afirmó que desde el CEM se hace un trabajo interdisciplinario que busca que las mujeres que son víctimas del maltrato de sus parejas puedan superar esta terrible situación y vuelvan a llevar una vida normal y tranquila.
“Los traumas que sufren las mujeres tras pasar por esta experiencia son muy grandes, y el trabajo que se hace para recuperarlas es muy arduo”, agregó.
En otro momento, indicó que se necesita incidir en la educación de los niños y los adolescentes a fin de prevenir el maltrato familiar que ocurre en decenas de familias del valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE.
“Debemos tomar conciencia de que la educación básica se da en los colegios, si formamos mal a los niños no vamos a lograr eliminar la violencia familiar”, subrayó.
«Más mujeres en cargos de decisión política»
Ante los reclamos por las pocas oportunidades que se les otorga a las mujeres en el VRAE, destacó la labor de la municipalidad de Kimbiri que ha logrado generar puestos de trabajo temporales en varias obras que se realizan en este distrito.
Sin embargo, consideró que a las mujeres se les debe ofrecer más oportunidades en el ámbito productivo, social o económico.
“Si bien las mujeres no tienen la fuerza que tiene un varón, está claro que se pueden dedicar a otras actividades distintas a cargar arena, cemento o ladrillos. Ellas pueden demostrar su productividad en otros campos”, afirmó.
“Debemos darle mayor oportunidad a las mujeres para que asuman espacios como ingenieras, gobernadoras. Realmente necesitamos que las mujeres puedan ocupar cargos de mayor decisión política”, precisó Quispe.