(The Associated Press) Al Gore regresó al Congreso el miércoles para pedir a los legisladores que combatan el calentamiento global con valor moral. Nada dijo sobre la posibilidad de ingresar a la disputa por la candidatura presidencial demócrata.
El ex vicepresidente es un favorito demócrata para la nominación presidencial, aunque dice que no va a postularse. Tras su paso por Hollywood, donde su documental sobre el cambio climático, «An Inconvenient Truth», ganó dos Oscar, Gore atrajo a grandes audiencias mientras declaraba ante comisiones de la cámara baja y el Senado sobre una «verdadera emergencia planetaria».
Mencionó que los problemas climáticos en cuestión no deberían ser un asunto político, pero Gore enfrentó a los escépticos republicanos quienes cuestionaron su compromiso personal con la reducción del uso de energía y la ciencia que respalda su filme.
«No está un poco equivocado, está totalmente equivocado», expresó Joe Barton, el líder republicano de la Comisión de Energía y Comercio de la cámara baja, conforme impugnaba la conclusión de Gore de que las emisiones de bióxido de carbono causan el incremento de las temperaturas globales. El intercambio verbal entre Barton y Gore se volvió exasperante en algún momento. Barton exigía que Gore fuera conciso en sus expresiones y Gore respondía que le gustaría tener el tiempo para contestar sin ser interrumpido.
«La ciencia en torno al calentamiento global es dispar y en evolución», expresó Barton.
Gore insistió que el vínculo está más allá de toda disputa y que es la fuente de amplio acuerdo en la comunidad científica.
«El planeta tiene fiebre», expresó Gore. «Si su bebé tiene fiebre, consultan al doctor. Si el doctor dice que necesitan intervenir en eso, ustedes no dicen, *Bueno, leí una novela de ciencia ficción que me dice que esto no es un problema*. Si la cuna está en llamas, no especulan sobre la posibilidad de que el bebé sea resistente al fuego. Hacen algo».
El testimonio de Gore ante el Congreso marcó la primera vez que estuvo en el recinto desde enero del 2001, cuando fue el candidato derrotado en la nominación presidencial quien aún presidía sobre el Senado en calidad de vicepresidente. Sucede 20 años después que Gore, en aquel entonces congresista representando a Tenesí, concertó las primeras audiencias en el Congreso sobre el calentamiento global.
Gore aconsejó a los legisladores que reduzcan las emisiones de dióxido de carbono y otros gases nocivos en un 90% para el 2050 a fin de evitar la crisis. Para ello, agregó, tendrán que prohibir la construcción de nuevas plantas térmicas generadoras de energía que quemen carbón, si no poseen los controles más avanzados y modernos para filtrar los gases nocivos.
Vaticinó que compañías de electricidad pequeñas reemplazarán al carbón como fuente energética, y comparó eso con el desarrollo de la internet. También abogó a favor de estándares más estrictos para el uso eficiente de combustible en automóviles y camiones.
«Hay una sensación de esperanza en este país que esta vez el Congreso estará a la altura de las circunstancias y presentará soluciones profundas a esta crisis», declaró Gore.