(Por: Georgina Carlos Panana) En medio de carcajadas e insensibilidad por un ser vivo, pescadores inescrupulosos y sin sentimientos mutilan aleta de tortuga gigante en el Puerto de Chancay. A pesar de los esfuerzos médicos el indefenso animal murió hoy al mediodía.
Pescadores chancayanos la encontraron enredada entre sus redes, pero lejos de sacarla para devolverla al mar, la pusieron en tierra para atarla en 04 partes y matarla, cortándole inicialmente la aleta derecha y luego apuñalandole la parte baja de la cabeza.
Esta es una carne muy codiciada por un sector de la población y la pretendían comercializar a pesar de que esta prohibida la caza y el consumo de ésta, por encontrarse en peligro de extinción.
Ayer mismo fue atendida por un médico veterinario que la sedó, le dio antibioticos y le suturó la herida sangrante, permaneciendo hasta hoy en el jardin de la Capitanía.
El Teniente Primero Amilcar Velásquez, Capitan de Puerto de Chancay en declaraciones a Radio Líder dijo que era un lujo encontrar esta especie marina por la zona, también agradeció a la Fábrica Pesquera Austral que incondicionalmente sufragó los gastos en medicina para la tortuga.
La Policía Ecológica llegó este mediodía a Chancay pero lamentablemente sólo para confirmar el deceso de la indefensa tortuga, a pesar de conocerse las causas de su muerte, se le practicará la necropsia correspondiente para posteriormente sepultarla en un lugar alejado de Chancay.
Mientras tanto el Teniente Primero Amilcar Velásquez ya presentó la denuncia penal al Ministerio Público, adjuntando un video como prueba instrumental de lo que originó la muerte de esta especie marina.
Especialistas de la Policía Ecológica la identificaron como Tortuga de Cuero.
La tortuga de cuero es el mayor reptil marino del mundo
Aunque ha sobrevivido durante más de medio millón de años, la especie se encuentra en peligro de extinción. Su nombre proviene de la composición de su caparazón, formado por una piel compacta que sustituye a la dura estructura ósea que presenta el resto de la especie. Esta variedad es la más grande de las tortugas marinas, alcanza los dos metros de longitud y puede llegar a pesar más de 500 kilos.
Sólo en el Pacífico este, la población de tortugas de cuero ha pasado de los 90.000 ejemplares que existían en 1980, a las escasas 2.000 hembras que pudieron localizarse en el año 2000. Habrá que evitar que ocurra lo mismo con la población de esta misma especie en el Atlántico.
La destrucción de las playas en donde las tortugas ponen sus huevos constituye una de las principales amenazas para la especie.
Al igual que el salmón, estas tortugas regresan al lugar en donde nacieron para reproducirse, unos arenales que son continuamente degradados por el desarrollo costero. De continuar así, la tortuga de cuero pronto podría quedarse sin las playas en donde asentar sus nidos.
Preservar las playas en las que se reproducen estos reptiles resulta vital para su supervivencia. Hay que tener en cuenta que las artes de pesca convencionales no permiten diferenciar entre las especies, convirtiendo a las tortugas en una presa fácil. (ANIMAL PLANET)