En medio de escenas de dolor, familiares y representantes de organizaciones de afectados por la violencia política lograron enterrar los cuerpos de las 19 personas que fueron asesinadas brutalmente en la década de los noventa por elementos de Sendero Luminoso en la comunidad de Mantaro, en el distrito cusqueño de Pichari, en el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE.
Como se recuerda, la madrugada del 1 de marzo de 1991, varias columnas senderistas ingresaron a la comunidad de Mantaro. Los subversivos reunieron a los pobladores y acusaron a todos de ser “soplones”. Acto seguido los torturaron.