El último informe del Sistema de Monitoreo de Cultivos de hoja de coca ilegal de la Oficina contra las drogas y el delito de Naciones Unidas, ONUDD, demostró que la Reserva Nacional del Tambopata y el Bahuaja Sonene, ya están sufriendo la presencia de estos ilícitos cultivos que generan deforestación, degradación de los suelos y la contaminación del medio ambiente y la salud pública.
El estudio señaló también que el avance de la frontera cocalera hacia las áreas naturales protegidas ya no comprende sólo las zonas de amortiguamiento, sino que en varios casos los cultivos de hoja de coca ilegal han ingresado ya a las propias zonas protegidas.
El informe alerta asimismo el avance de la frontera cocalera en el Parque Nacional Bahuaja Sonene y en la Reserva Nacional del Tambopata, cercanas a las cuencas cocaleras de Inambari-Tambopata y San Gabán.
La cuenca de Inambari-Tambopata alberga 2.959 hectáreas de coca mientras que en la de San Gabán existen unas 500 hectáreas de coca ilegal.
El informe precisa que el 27% del total de cultivos que existen en Inambari-Tampopata, han rebasado la frontera del Parque Nacional, invadiendo la zona de amortiguamiento, en tanto que el 35% de las hectáreas de coca en la cuenca de San Gabán invadieron la zona de amortiguamiento que comparte con la Reserva Nacional Tambopata.
Según el mencionado informe, el incremento de los cultivos de hoja de coca ilegal se debe a la proximidad de estos parques nacionales y reservas a las zonas de gran concentración de este tipo de cultivos, también por la represión de la producción al narcotráfico que obliga al desplazamiento de los sembríos a otras zonas, y además por la inusitada mayor demanda de derivados de coca especialmente en zonas de frontera.
Por todo ello el informe ONUDD señala la necesidad que las autoridades locales, regionales y nacionales , apoyadas por instituciones no gubernamentales y privadas, presten atención a esta preocupante tendencia y redefinan las estrategias para el uso de los recursos dentro de las zonas de amortiguamiento y de las mismas áreas protegidas, que incluya su uso productivo y sostenible que beneficie a las poblaciones cercanas y que detenga la deforestación.
El documento alerta asimismo y considera muy probable que dentro del ámbito de las ANPs se esté procesando pasta básica de cocaína y o clorhidrato de cocaína, en desmedro de la flora y fauna de esas áreas por la toxicidad de los insumos y desechos químicos empleados, por lo que urge a adoptar medidas inmediatas para evitar daños directos y colaterales al respecto.
El informe del ONUDD precisa además que la actividad ilegal de la coca no es el único problema dentro de las áreas naturales protegidas, ya que en ellas se desarrollan también otras actividades ilícitas como la tala ilegal, el comercio indiscriminado de flora y fauna y otros tipificados como delitos ambientales, que aceleran aún más la depreciación y la degradación de los bosques.