Pareja y familiares de congresista Nancy Obregón siembran coca en tierras vecinas a pozas de maceración

Un informe de la revista Caretas publicado en su edición de hoy revela que la pareja de la congresista Nancy Obregón, así como algunos de sus familiares cercanos, siembran hoja de coca en zonas cercanas a laboratorios de producción de pasta básica de cocaína. La nota titulada «Amor a Primera Coca» señala al respecto que el ex suboficial de tercera PNP Flavio Chávez Peralta compra la coca de los productores al precio de 37 dólares la arroba.

A continuación, INFOREGION reproduce el informe completo

Amor a Primera Coca  Lima, 19 de febrero del 2004. El ex policía Flavio Chávez Peralta abraza a su pareja, la congresista Nancy Obregón, durante la jornada de protesta de los cocaleros del Huallaga que se movilizaron a la capital.
Lima, 19 de febrero del 2004. El ex policía Flavio Chávez Peralta abraza a su pareja, la congresista Nancy Obregón, durante la jornada de protesta de los cocaleros del Huallaga que se movilizaron a la capital.

Amor a Primera Coca

La congresista Nancy Obregón la está viendo color de hormiga, y no solamente en Lima. Luego de la captura de Max Caller, su ex asesor, con 141 kilos de cocaína pura (CARETAS 2094) y la difusión del video en el cual la Obregón dirigió la resistencia violenta a un operativo de interdicción donde además de coca se encontraron insumos químicos (CARETAS 2095), en su reducto cocalero hay quienes hablan cada vez más fuerte.

“La familia de Obregón compra coca para llevar a las pozas donde procesan droga”, aseguró a CARETAS Corina de la Cruz Yupanqui, propietaria de Radio Solar de Tocache, en la Región San Martín.

“Su esposo –prosigue la periodista– recorre esta zona y compra la arroba de coca a US$ 37. Acá todos lo conocemos y sabemos que la coca que acopia no la vende a Enaco”.

De la Cruz dirige uno de los informativos radiales más sintonizados de la zona. “Por denunciar sus vinculaciones con el narcotráfico fui amenazada de muerte”, cuenta De la Cruz Yupanqui, quien solicitó garantías personales ante el gobernador Eusebio Flores Paredes.

“Uno de estos días amanecerás muerta por soplona”: así asegura que la amenazó hace poco el ex suboficial de tercera de la PNP Flavio Chávez Peralta, pareja sentimental de Obregón.

El gobernador de Tocache, Eusebio Flores Paredes, confirmó a CARETAS la solicitud de garantías de De la Cruz. Con respecto al presunto autor de las amenazas, aseguró que el ex policía no tiene actividad conocida en la zona.

“La familia Obregón son amos y señores de la coca de Santa Rosa Mishollo”, dice Flores Paredes.

La policía antidrogas viene siguiendo las pistas de la familia.

Según reportes de inteligencia a los que accedió CARETAS, el 10 de abril del 2008, agentes antidrogas del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos de Coca en el Alto Huallaga (CORAH), tras recorrer los caseríos de Santa Rosa de Mishollo y La Palmas en el distrito La Pólvora, hallaron un laboratorio para la elaboración de pasta básica de cocaína, cerca a los predios de la congresista Obregón y su familia.

Informes policiales dan cuenta de hallazgo de pozas próximas a predios cocaleros de la familia.
Informes policiales dan cuenta de hallazgo de pozas próximas a predios cocaleros de la familia.

“A las 9:00 horas –reza el parte policial– en el sector Las Palmas se localizó (08°02’35.0’’S 076°41’33.0’’W) un laboratorio rústico para la elaboración de PBC, con las siguientes características. Dimensión de la poza: 15.0 x 6.0 x 1.0 metros, con plataforma de cemento como base. 02 pozas de decantación de dimensiones: 2.0 x 2.0 x 1.0 cada una. 100 arrobas de hoja de coca en proceso de maceración (dentro de la poza) y 5 mil kilogramos de detritus de hoja de coca procesada (fuera de poza)”.

El laboratorio se encontró a 335 metros de los cultivos de coca de Marlene Rosa Obregón Peralta y Rufina Peralta Ramírez, hermana y madre de la parlamentaria nacionalista. Asimismo, a 600 metros de la parcela de Carla Isabel Obregón (otra hermana de la parlamentaria) y dos mil metros de la parcela de la congresista.

El día anterior al descubrimiento de las pozas de droga, el personal del CORAH constató que las 1.5 hectáreas de coca de la congresista Obregón ubicadas en las coordenadas 08°02’05.3’’S 76°40’31.4’’W, eran administradas por el ex policía Flavio Chávez Peralta, quien se presentó como su esposo. Chávez Peralta aseguró que los 320 kilos de hojas de coca que obtenía trimestralmente los comercializaba con Enaco.

Otros reportes policiales de la Dirandro dan cuenta que entre agosto y setiembre del 2007, en el sector denominado Los Ángeles en el mismo distrito de La Pólvora, se descubrieron otras tres pozas de procesamiento de PBC, ubicadas a 680 metros de distancia de una extensa ladera de 2.5 hectáreas de coca de propiedad de Santos Domínguez Córdova (40), esposo de Marlene Obregón Peralta y cuñado de la congresista Obregón.

En ese mismo predio se encontró una mina antipersonal. Los aludidos intentaron justificar los cultivos ilegales, presentando comprobantes de venta de hoja de coca a Enaco de otras parcelas y negaron ser los autores de la construcción de las pozas de droga y las trampas “cazabobos”.

Desde el 2006, en el ámbito de Pizana y La Pólvora se han destruido 13,753 hectáreas de cultivos ilegales de coca y 112 laboratorios de droga.

En el mismo período, dos agentes del CORAH fallecieron y otros 53 resultaron heridos por la explosión de minas antipersonales. En las protestas violentas fueron heridos 23 policías y 4 civiles.

La bancada nacionalista, Obregón incluida, propuso el martes 15 un “acuerdo político” entre los partidos para evitar la “infiltración” del narcotráfico. El acuerdo comprende apoyar los cultivos alternativos.

Esa no ha sido la posición del nacionalismo. En abril del 2006, poco antes de la primera vuelta, el Foro Ecológico instó a los partidos a comprometerse a erradicar la coca ilegal. La única agrupación que faltó a la cita fue la nacionalista. Por entonces Ollanta Humala defendía con ahínco la “industrialización” de la hoja que va a parar al narcotráfico.

Luego de los recientes escándalos, el oficialismo solicitó la conformación de una comisión investigadora para tratar el caso.

El nacionalismo viene moviendo sus fichas para que el tema sea pasado por agua tibia en la Comisión de Ética. Trascendió que en el camino han encontrado aliados inesperados, como el congresista aprista Elías Rodríguez, que protagonizó su propio escándalo relacionado con el rubro en febrero del año pasado (CARETAS 2015).

A estas alturas, y por la salud del Congreso, una comisión investigadora es de una necesidad tan profunda como las pozas de Mishollo. (E.CH./A.A.)

Software e Insumos

El jueves se reunieron Producción, Defensa e Interior y acordaron multiplicar los puestos de control en la ruta de acceso a San Francisco, y balnearios, en el río Apurímac, centro neurálgico de abastecimiento de insumos y producción de cocaína.

Rafael Rey se disparó al pie al referir en el Congreso que el control de insumos químicos al VRAE a través de un software se encuentra retrasado por responsabilidad de la SUNAT.

Resulta que la instancia responsable de ese trámite es el Ministerio de la Producción, cartera que condujo el propio Rey entre 2006 y 2008.

La subasta para la contrata de la empresa que elaboraría el software se declaró desierta en diciembre del 2008.

Se trata de un contrato del orden de los US$ 20 millones.

Desde entonces, el proyecto de software que permita llevar un registro cibernético de los proveedores, clientes y volúmenes de insumos químicos en el VRAE, quedó trabado en una ciénega burocrática, y, por último, desembocó en el SNIP.

Ahora hay que esperar que el proyecto sea digerido por el aparato digestivo del SNIP, cerca de un año.

No tuvo que ser necesariamente así.

Producción, que es la titular del pliego, dudó si la compra debía computarse como gasto de inversión, y por lo tanto, debía pasar por el SNIP.

El MEF respondió que la adquisición del software no lo era, pero la compra del hardware sí.

Existió la recomendación de desdoblar el proceso: procediendo con la compra del software –cuya elaboración tardaría cerca de un año–, mientras que el hardware pasaba por el SNIP.

Pero Producción desestimó dichas recomendaciones, empaquetó el proyecto y lo presentó al SNIP.

Así las cosas, con suerte, el país finalmente contará con el software de control de insumos químicos para la elaboración de droga en no menos de dos años.

¿Algún impacto serio en las posibilidades de mejorar la lucha contra el narcotráfico? No necesariamente.

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