INFOREGIÓN reproduce líneas abajo, un informe de la revista Caretas que da detalles de los vínculos de la gente que rodea a la congresista y defensora de los cultivos de coca, Nancy Obregón, con el narcotráfico, y alerta de una posible infiltración del narcotráfico en la política
El lunes último, la congresista cocalera Nancy Obregón anunció que su asesor principal, Marcos Olano García (46), asumiría su defensa en caso de que se le comprometa con la captura de su ex asistente Max Caller, a quien la Policía Antidrogas pescó con 140 kilos de cocaína el viernes 28 de agosto en San Martín de Porres.
Olano es abogado de profesión y antes de laborar en el despacho de Obregón defendió por lo menos a cuatro narcotraficantes.
“Como abogado puedo defender los casos más abominables, pero eso no afecta mi ética”, declaró a CARETAS. Uno de ellos fue el narco y ex informante de la DEA, José María Aguilar, (a) ‘Shushupe’, asesinado en el 2005.
“Para mí era un agente encubierto de la DEA que ayudó a desarticular cárteles colombianos y mexicanos. Fue el primer testigo que reveló la existencia de la casa en la playa Arica de Vladimiro Montesinos, donde se empaquetaba la droga que no se quemaba en Barbadillo. El día que fue asesinado en el penal de Pucallpa, me salvé de milagro. Mi visita estaba programada a la misma hora en que lo acribillaron”, relató.
En 1999, la Policía acusó a Olano por estafa, receptación y hurto agravado junto a una banda de asaltantes. Fue absuelto por el Poder Judicial.
Ahora asegura que Caller no es narcotraficante. “Él era taxista y uno de sus coinculpados lo sorprendió al tomar sus servicios. Yo lo conozco, es un hombre humilde de Pozuzo. Su familia venía a ofrecernos cecinas y chorizos”, sostiene.
La Policía Antidrogas sospecha lo contrario. En los videos de seguimiento se aprecia a Caller junto a los otros detenidos y a un narcotraficante de origen mexicano que, según las investigaciones, planeaba enviar la droga a Europa.
El lunes último, el presidente Alan García calificó de “gravísima” la detención del asesor de Obregón y respaldó al zar antidrogas Rómulo Pizarro, quien propuso un pacto entre partidos para evitar la infiltración del narcotráfico en la política.
“Lo hallaron con 140 kilos de cocaína. Eso es red internacional. La proximidad a la congresista significa que este sujeto se acercó a ella con el pretexto de defender a los cocaleros, pero, mientras tanto, iba haciendo su negocio”, sostuvo García. Más aún, alertó que “lo peor que puede pasar para la democracia en el Perú es que los narcotraficantes tengan su bancada en el Parlamento Nacional”.
Es conocido que Obregón impulsa un proyecto de ley para industrializar la hoja de coca y se opone a la erradicación de los cocales ilegales que van al narcotráfico.
Pero otros episodios como el de la detención de su ex asesor la acercan a un escenario que no está hecho solo de hojitas de coca.
El 27 de abril del 2009, según la Policía, el Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas de Tocache fue informado de que dos narcotraficantes conocidos como ‘Santos’ y ‘Flavio’ habían acopiado 200 arrobas de hoja de coca seca e insumos químicos para convertirlos en droga en dos laboratorios clandestinos de Santa Rosa de Mishollo, distrito de la Pólvora, en San Martín, de donde es oriunda la congresista Nancy Obregón y donde tiene una significativa influencia.
Al día siguiente, los efectivos montaron una operación e intervinieron una vivienda de La Pólvora, donde hallaron una escopeta, abundante kerosene, un saco con 75 kilos de óxido de calcio, insumos fundamentales para elaborar la pasta básica de cocaína, PBC, así como 35 sacos de hoja de coca.
La congresista Obregón apareció, se opuso al decomiso y movilizó a una turba de pobladores que atacó al contingente policial, de acuerdo al oficio No 666-09-Dirandro-PNP.
Según el documento, el grupo policial “estuvo retenido por la turba de personas en un promedio de dos horas que ocasionó daños físicos al personal PNP y daños materiales en los vehículos policiales, actos realizados en presencia de la congresista Nancy Obregón”.
La Policía calculó en el 2006 que Obregón era propietaria de unas treinta hectáreas en la zona (CARETAS 1936), lo que ella ha negado. Ese año se produjeron allí horrendos crímenes como el del erradicador del CORAH John Cántaro, hermano de un líder cocalero férreo opositor de la parlamentaria. Obregón también fue acusada de hacer amenazas de muerte contra tres agricultores, que solicitaron garantías a la subprefectura de Tocache.
En el 2005 Santa Rosa de Mishollo fue escenario de una erradicación intensiva. Entonces Obregón lideró la resistencia y figura en cuatro expedientes policiales por atentar contra el orden público. Un quinto expediente la sindica por resistirse directamente a un operativo de erradicación.
Pero este sexto caso, el de abril último, es el primero en el que la ya congresista participa activamente en el sabotaje de una intervención policial donde se confirma la convivencia del narcotráfico: hoja de coca e insumos químicos.
Nada tiene ello de “sagrado” ni “milenario” y más bien mucho se acerca a la temida bancada sobre la que advierte el Presidente de la República.
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