Está comprobado que invertir en la infancia temprana disminuye el factor de riesgo que corren los niños de ser víctimas del fenómeno de las pandillas, por ello es tarea del Estado invertir en salud, alimentación, educación y todos los ámbitos que engloban el crecimiento del ser humano, desde temprana edad, afirmó Susana Villarán, miembro del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas
“El niño tiene derecho a un proyecto de vida como dice la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y para ello es necesaria la concertación de todos los actores cercanos al niño”, precisó Villarán de la Puente, quien fuera también ex Ministra de la Mujer y Desarrollo Social durante el gobierno de Valentín Paniagua.
Agregó que la participación del niño y de la niña en su crecimiento y desarrollo es un tema central, pues tiene que hacer uso de “su derecho a ser escuchado y participar, es un factor fundamental de sostenbilidad de su buen desarrollo”.
Villarán, quien también fuera la primera Defensora de la Policía, precisó que para ello «tiene que haber recursos, pues si no hay recursos, hablar de derechos y de políticas públicas es hablar en el aire».
Enfatizó que debe existir equilibrio entre prevención e intervención, pero con un fuerte acento en la prevención social, situacional, ambiental, policial y comunitaria, que son fundamentales porque dan resultados.
“Se debe dejar el tema de la justicia en un segundo lugar y cuando hablamos de la justicia, se le debe dar un enfoque restaurativo que es tan importante”, dijo la también ex integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Pobreza no es sinónimo de delincuencia
La Corte Interamericana advierte en atención al principio de igualdad ante la ley y no discriminación del Estado, que el Estado no puede permitir ni alentar, desde sus agentes, que en la sociedad se fomenten prácticas que reproduzcan el estigma de que niños y jóvenes pobres están condicionados a la delincuencia.
“Ser pobre no es ser delincuente, eso la corte lo entiende muy bien, ni que necesariamente están vinculados al aumento de laa inseguridad ciudadana, esta estigmatización crea un clima propicio para que aquellos menores de edad en situación de riesgo se encuentren ante una amenaza latente de que su vida y su libertad sean ilegalmente restringidas”, puntualizó la especialista.
Susana Villarán dio estas declaraciones durante la presentación del libro ¿Qué hacer con las pandillas? Editado por Gino Costa y Carlos Romero, de la ONG Ciudad Nuestra.
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