Urge proceso de reforma que devuelva el respeto y fortaleza a la Policía Nacional

Tras el reciente secuestro de 13 policías en Paucartambo en Pasco, se necesita urgentemente un proceso de reforma que devuelva el respeto y la fortaleza a la Policía Nacional, absolutamente necesarios para el control del orden interno en democracia, consideró el analista en temas de seguridad nacional, Rubén Vargas.

En diálogo con el noticiero La Voz del Oriente que coproduce INFOREGIÓN y que se emite en simultáneo por radio Rumba y La Ribereña, en Tingo María, Vargas precisó que la fuerza coercitiva que es necesaria en una democracia tiene que ejercerla una institución policial con autoridad.

» Si pierde fuerza, entonces estamos en serios problemas. Todo el mundo va a hacer lo que les viene en gana, van a tomar justicia por su propia mano y regresamos a una sociedad donde definitivamente no se respeta la ley, lo que es muy grave para la democracia», comentó.

En ese sentido, sostuvo que existe la errada percepción de que los conflictos sociales tienen que resolverlos la policía, cuando en realidad tras esta autoridad se encuentran los verdaderos responsables políticos.

«Cualquier conflicto social tiene una naturaleza básicamente política o reivindicativa, donde la policía no resuelve desbloqueando una carretera o reprimiendo una manifestación. En ese caso, quienes tienen que dar la cara son los que están involucrados en el tratamiento de un problema específico», enfatizó .

Pronósticos tremendistas

Con relación a recientes afirmaciones que alertan que el Perú podría convertirse en pocos años en el primer productor mundial de hoja de coca y de cocaína, el experto de INFOREGIÓN manifestó que es difícil que esta situación se presente pues sería necesaria la confluencia de varios factores.

«Para que el Perú sea el primer productor mundial de hoja de coca tendrían que converger una serie de condiciones, por ejemplo que en Colombia se siga reduciendo mas allá del 20 por ciento el espacio cocalero y también que en el Perú se siga creciendo más del cinco por ciento los cultivos de hoja de coca de manera anual», explicó al afirmar que este panorama es poco probable en los próximos años.

«Es cierto que en Colombia se ha reducido más del 18 por ciento (de cultivos de hoja de coca) en los últimos años, pero también es cierto que el 2007 Colombia reportó un crecimiento de sus cultivos de coca por encima del 20 por ciento. Allí hay que hacer un análisis más detenido respecto de estas condiciones que permitirían que el Perú vuelva a tener la triste condición de ser el primer productor de hoja de coca», aseveró.

Del mismo modo, recomendó que al analizar el tema de las drogas y el problema de la hoja de coca se tenga la mayor serenidad posible y no se caiga en declaraciones o pronósticos extremistas o tremendistas.

«Al analizar estos temas se debe dejar un poco de lado la adicción mediática que tienen ciertos personajes», recalcó.