El inconfundible aroma, cuerpo y sabor del exquisito café peruano que se obtiene de los campos de cultivo de la comunidad Río Azul, en lo más alto de la cordillera Azul, entre las regiones Huánuco y Ucayali, ha transformado una zona de violencia en esta comunidad con grandes expectativas de desarrollo y progreso.
El café está transformado la vida de los agricultores, traspasando fronteras con la marca “Hecho en Tingo María – Perú”.
Según los pobladores de Río Azul, ubicado a 1,700 msnm, en el distrito de Hermilio Valdizan, a 40 kilómetros al norte de Tingo María, su nombre nace de la espesa neblina que todas las mañanas cubre la comunidad, cuya fundación se remonta a octubre de 1940.
Los años 90 fueron una verdadera pesadilla para los agricultores del Río Azul, no había producción y muchos tuvieron que dedicarse a los cultivos ilícitos, ello trajo violencia, maltratos y vida fácil; sin embargo, en el año 2003 los agricultores decidieron acogerse al Programa de Desarrollo Alternativo y empezaron a trabajar con la planta del cerezo de café, y su vida cambió.
El café les cambió la vida
Una vez sembrada la semilla del café, se tiene que esperar tres años para lograr una planta productiva, luego se inicia una cosecha anual del cerezo, sus granos se procesan y finalmente pasan por enormes secadoras solares construidas por los propios agricultores de la comunidad de Rio Azul.
Un trabajo que está transformando a esta comunidad, una labor que busca el desarrollo integral de los pobladores de esta zona de la provincia de Leoncio Prado.
Gracias a estos indicadores climatológicos, los agricultores de Río Azul pueden desarrollar sistemas agrícolas eficaces, con mayor productividad y por ende mayores ingresos económicos. Hoy gracias a esto, cuentan con mejores condiciones de vida para sus pobladores: servicio de agua, energía eléctrica, telefonía y televisión satelital.
Ellos también participan en el Concurso Selva Ganadora, desean contribuir con el mejoramiento de la calidad educativa de sus niños, para ello han presentado el proyecto denominado: Equipamiento con computadoras de la Institución educativa Rio Azul. Nuevas tecnologías que permitirán a más de 150 niños estar a la vanguardia en este siglo XXI.
Con el Café, la comunidad de Río Azul se ha transformado en un pueblo con esperanza, con trabajo, con nuevas expectativas en un mañana cercano. Un fruto que hoy une a su gente, a sus familias, un café con calidad de exportación, un producto bajo la marca “Hecho en Tingo María – Perú”.
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