El progreso llegó a comunidad de Pendencia Baja gracias a cultivos legales

El centro poblado menor de Pendencia Baja, ubicado a 21 kilómetros de la ciudad de Tingo María, en el distrito de Daniel Alomía Robles, cuenta con aproximadamente 150 familias, cuyo 40% está conformada por niños, y que alcanzaron la unidad y el progreso cuando dejaron de lado los cultivos ilícitos y se dedicaron a sembrar productos legales.

Sus principales labores y actividades se basan en la producción y venta de cultivos de pan llevar, como el plátano, el café y el cacao. También realizan actividades internas como el comercio, talleres de mecánica y desde hace nueve meses cuentan con una cabina de internet que les permite estar en contacto con el mundo.

Esta comunidad ha logrado superar muchos obstáculos; antiguamente sus actividades se basaban en la producción de cultivos ilícitos que les generaba problemas de índole social, y agrícola porque la calidad de sus suelos era afectada por el uso de fertilizantes químicos.

El proceso de desarrollo integral está influenciado por la electrificación de la comunidad, hace aproximadamente un año cuentan con este servicio conjuntamente con el sistema de agua potable.

En la posta médica se atienden las emergencias, enfermedades que son principalmente respiratorias o de desorden gástrico, cuentan con un médico, una obstetra y una enfermera.

Su pase a la legalidad

Las familias lograron crecer con cultivos lícitos gracias a que apostaron por la siembra del cultivo del cacao gracias al apoyo técnico que les brinda el Programa de Desarrollo Alternativo, ejecutado gracias al apoyo de USAID, bajo la coordinación de Devida.

Desde su decisión por erradicar los cultivos ilícitos y dedicarse al cultivo de productos alternativos, en la comunidad se vive de otra manera. Pendencia Baja es considerada como una potencia económica y social del distrito de Daniel Alomía Robles.

Sus principales cultivos de cacao, café y plátano han generado que los pobladores tengan un trabajo, ingresos económicos y buen desarrollo sostenible. Aquí todos participan, las responsabilidades son compartidas y la coordinación es delegada a hombres y mujeres, trabajan para mejorar sus actividades productivas, la salud, la educación y la seguridad.

La comunidad aspira a mejorar, su gran sueño es construir su propio local comunal, un proyecto presentado al concurso Selva Ganadora. Consta de 200 metros cuadrados de infraestructura que contribuirá a mejorar la organización de Pendencia, pero sobre todo, para tener un futuro mejor para todos sus habitantes.

Pendencia Baja es un ejemplo del trabajo conjunto. Es rescatable la labor que realiza la mujer en esta comunidad, donde junto al varón lucha por sus sueños y por mejorar su calidad de vida. Ellas participan en actividades como la cosecha de los productos, el cuidado de la familia y actividades de comercio en la zona.