LORETO. La comunidad nativa achuar Nueva Jerusalén, situada en el distrito Trompeteros, en la provincia y región Loreto, exige la presencia del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y de la empresa Petroperú, responsable de la explotación del Lote 192, para que pongan en acción medidas de limpieza y contención de un nuevo derrame de petróleo.
La fuga de hidrocarburos fue reportada, hace ocho días, el 26 de mayo, cerca del kilómetro 19 de la carretera Dorissa. Sin embargo, continúa sin recibir la atención requerida por parte de las autoridades competentes, según denunció Neder Canay Payma, poblador de Nueva Jerusalén.
El comunero confirmó que el derrame se originó en uno de los ductos del sistema de tuberías del Lote 192. Además, expresó su preocupación ante el riesgo de que el crudo llegue a la quebrada Pucacuro, debido a la presencia frecuente de lluvias. El derrame ya afectó el suelo, la vegetación y la fauna de un área de 40m2.
Sin acciones o respuestas tras el derrame de petróleo
«Las autoridades hasta ahora no vienen y no tenemos respuesta de cuándo lo harán. Nosotros dimos aviso del derrame hace una semana y aún no nos dicen para cuándo han programado su visita. Y mientras no llegan, el impacto ambiental puede afectar también a la quebrada Pucacuro. Acá hay temporadas en las que llueve mucho. Creemos que el petróleo se está esparciendo; incluso, que ya ha podido contaminar la quebrada», indicó.
Neder Canay informó que han tenido comunicación con Petroperú y con la OEFA, pero que todavía están a la espera de su presencia en el lugar comprometido por la fuga de petróleo.
«Hemos tenido otros derrames, anteriormente, y tampoco han sido atendidos. Pero, este último ha sido en una zona con pendiente y, ahora, con las lluvias va a perjudicar a nuestras fuentes de agua», reprochó.
Tuberías en mal estado
El Lote 192, antes conocido como Lote 1AB, opera, desde 1971, en las provincias Datem del Marañón y Loreto, de la región Loreto. Si bien es la reserva petrolera más importante de Perú, en sus 50 años de funcionamiento, se han reportado constantes derrames de petróleo sobre las cuencas de los ríos Tigres, Corrientes, Pastaza y Marañón, y en los territorios de las comunidades indígenas, ubicadas en su ámbito de influencia.
Según denuncian las comunidades y federaciones indígenas amazónicas de la zona, la mayoría de derrames ocurren por la situación crítica del sistema de ductos del lote, que no habrían sido renovados desde que operaba la estadounidense Occidental Petroleum Corporation (Oxy).
«Las tuberías tienen muchos años. Si no me equivoco, desde el tiempo de Oxy hasta ahora no han sido cambiadas. Por la antigüedad, los tubos se oxidan y se erosionan; así se inician las fugas de petróleo. Pedimos a la empresa [Petroperú] que, ni bien comience con las operaciones, haga un cambio de tuberías. ¡Necesitamos nuevas tuberías!», señaló Canay.
De acuerdo con el representante de Nueva Jerusalén, para contener los derrames, «las empresas solo parchan los ductos». Esto no termina de resolver el problema, pues la tubería sigue deteriorada.
«Queremos que nos atiendan pronto. No es posible que estemos esperando, mientras el derrame sigue avanzando. Nosotros también somos peruanos, al igual que todos, y tenemos el derecho a vivir sanos», manifestó.
Otras comunidades podrían verse afectadas
Pucacuro desemboca en la quebrada Matusari, que a su vez llega al río Corrientes, comentó Canay. En ese sentido, precisó que Matusari es también una fuente de agua para su comunidad y para otra llamada Sauki, que se encuentra a 30 minutos de Pampa Hermosa, la cual se abastece del río Corrientes. Estas tres comunidades serán las más perjudicadas por la contaminación cuando el petróleo se extienda, en un primer momento, hasta Pucacuro.
Desde la oficina de comunicaciones de OEFA informaron que tienen conocimiento del incidente ambiental y el equipo de supervisión está coordinando la atención de la emergencia. Sin embargo, tras ser consultados sobre la falta de acción denunciada por la comunidad Nueva Jerusalén, no hubo otra aclaración.
Petroperú, por su parte, comunicó que dispuso el despliegue de un equipo para verificar y atender la contingencia. Sin embargo, al cierre de esta nota, no han podido acceder a la zona afectada, debido al estado de la carretera que «presenta condiciones inseguras, producto de fuertes erosiones y de las lluvias».
Carretera deteriorada
Carol Castillo, de la plataforma Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios (Puinamudt), corroboró que existen tales coordinaciones por parte de Petroperú para ingresar al área donde ocurrió el derrame, pero aclaró que lo real es que a la fecha, es decir, hasta este viernes 2 de mayo, «no hay ninguna acción concreta y no se ha podido verificar el grado de contaminación, justamente por el estado de las vías».
«La carretera Dorissa está así porque a las antiguas operadoras del Lote 192 no les interesó mantenerla más allá del kilómetro 16. La comunidad Nueva Jerusalén está en kilómetro 32, pero como no hay pozos y las petroleras no tienen que pasar por allí, solo conservan desde el kilómetro 1 hasta el 16. Ese el problema. Y, después de una semana de alertado el incidente, Petroperú no ha podido ni siquiera ingresar. El crudo sigue ahí», aseveró.
La Defensoría del Pueblo, por su parte, solicitó a ambas entidades «supervisar y disponer medidas efectivas para lograr contención, limpieza, remediación ambiental y seguridad de la infraestructura». Asimismo, sostuvo que se requiere determinar con celeridad la causa del derrame, y acciones de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), así como medidas de la Dirección Regional de Salud Loreto (Diresa-Loreto), para proteger salud de población que podría haber sido afectada.
El Lote 192, actualmente, es operado por Petroperú, tras la suscripción de un contrato de explotación, por 30 años, con Perupetro S.A., empresa que representa al Estado peruano para negociar y supervisar los contratos de hidrocarburos. Antes también fue manejado por la compañía argentina Pluspetrol Norte y la canadiense Frontera Energy.