Los niños, niñas y jóvenes afrodescendientes latinoamericanos tienen una educación de menor calidad, obtienen peores resultados de aprendizaje, tienen más probabilidades de abandonar el sistema educativo temprano, poseen acceso limitado a tecnologías digitales y tienen retornos mucho menores en el mercado laboral por los años invertidos en educación.
Estos son algunos de los hallazgos que se registran en el más reciente informe del Banco Mundial denominado “Inclusión afrodescendiente en la educación: una agenda antirracista para América Latina”.
Además, el estudio señala que las representaciones discriminatorias de los afrodescendientes en los libros de texto y en las dinámicas de clase podrían contribuir a las altas tasas de abandono escolar, limitando sus opciones y oportunidades de empleo a futuro.
Algunas cifras preocupantes:
- 1 de cada 5 afrodescendientes abandona el sistema educativo antes de completar la escuela primaria, el doble del promedio regional.
- A pesar de representar un cuarto de la población de la región con 25 o más años, los afrodescendientes representan tan solo el 12% de quienes logran un título de nivel terciario.
- En el Perú, la tasa de informalidad entre afrodescendientes con estudios profesionales se eleva al 44%, una de las más altas de la América Latina (alrededor de 5% más alta que la informalidad de profesionales no afrodescendientes).
- Solo entre 2015 y 2019, afroperuanos y afroperuanas experimentaron la subida más grande de informalidad laboral entre personas con estudios profesionales (del 39% al 44%), ensanchando la brecha con los no afroperuanos.
- Las afrodescendientes son el grupo más vulnerable: ganan menos que trabajadores no afroperuanos, y también ganan menos que los hombres afrodescendientes, a pesar de tener, en general, mejor nivel educativo. Por ejemplo, en el Perú las afrodescendientes con título terciario ganan alrededor de 34% menos que otras peruanas con el mismo nivel educativo.
- De las 5.121 imágenes analizadas de 40 libros de educación primaria y secundaria de 10 países de América Latina, los afrodescendientes estuvieron representados solo en el 15% de ellas, a pesar de conformar alrededor de una cuarta parte de la población latinoamericana.
Ante esta realidad, el Banco Mundial remarca que “la educación es la principal herramienta para que los hogares afrodescendientes salgan de la pobreza”. En ese sentido, insta a que se eliminen las barreras que alejan a los afrodescendientes de la escuela.