LIMA. El derrame de casi 12 000 barriles de petróleo crudo en el mar peruano, a la altura de las playas de Ventanilla, ocurrido el 15 de enero de 2022, ha obligado a un grupo importante de pescadores artesanales de la zona a cambiar abruptamente de rubro para sacar adelante a sus familias y dedicarse a otros oficios, en sectores como el transporte público o el de abastecimiento de alimentos.
«Muchas familias de pescadores se han visto perjudicadas, hasta el día de hoy. Ha sido un cambio brusco de rubro, de la noche a la mañana. El pescador artesanal depende 100% del mar, esa es su fuente de sustento, pero ahora no se puede hacer nada en el mar. Incluso, si aun nos encontráramos peces por acá, la gente no quiere consumirlos porque piensa que está contaminado. Por eso, los que nos se dedican a la pesca tienen que ir a otros sitios», contó con preocupación a Inforegión, Antony Chumpitaz, pescador artesanal y presidente del Movimiento Juvenil Pachacutano «Hijo de los Fundadores», que agrupa a alrededor de 350 pescadores.
La problemática de los pescadores y la situación ambiental del mar peruano, tras el derrame de crudo durante el proceso de descarga de un buque de la refinería La Pampilla, operada por la empresa española Repsol; será presentada como parte de la campaña global «¡Que paguen los contaminadores!», que organiza un foro público internacional denominado «Extractivismo, crisis climática y corporaciones: Territorios en resistencia«.
El evento se realizará este viernes 12 de mayo, a las 5 p.m., en el distrito limeño de Miraflores, y contará con la participación de defensores ambientales y especialistas en la materia del Perú, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala y República Dominicana; quienes compartirán sus experiencias y cómo la industria extractiva ha causado daños ambientales en diferentes territorios de la región.
La artista y abogada indígena Vandria Borari, del pueblo indígena Borari, ubicado en la región del Bajo Tapajós, en el estado de Pará (Brasil), expondrá en el foro acerca de la violación de derechos humanos, la violencia, la crisis climática y la deforestación a causa del cultivo masivo de soya y de la industria maderera, que enfrenta su pueblo.
Borari denuncia a la trasnacional agroindustrial estadounidense Cargill como una de las principales responsables de la deforestación y la contaminación en esta zona de la Amazonía brasileña y manifiesta que «el avance y la expansión del agronegocio, así como el uso de agrotóxicos, han generado conflictos de tierra, pérdida de territorios, contaminación de arroyos y de aguas subterráneas cercanas a las comunidades».
En República Dominicana también hay serios casos de contaminación por parte de empresas extractivas. Al respecto, el coordinador de la Red dominicana de Estudios y Empoderamiento Afrodescendiente, Darío Solano, señala que mineras transnacionales, como la canadiense Barrick Gold y Falconbridge dominicana (Falcondo), gozan de impunidad, pese a que han contaminado varias cuencas en el país caribeño.
«La mayoría de las cuencas hidrográficas están concesionadas a las mineras. A esta situación, debemos sumarle el extractivismo turístico que amenaza áreas protegidas, y medidas que adopta el gobierno, como la construcción de un muro en la frontera con Haití para el control migratorio. Este muro ha destruido grandes porciones de manglares», lamenta Solano.
Por otro lado, en Argentina, en la provincia de Neuquén, se encuentra la formación geológica Vaca Muerta donde se desarrolla el megaproyecto más grande de la región en extracción de petróleo no convencional y gas natural de esquisto o lutita (roca). Sin embargo, este proyecto fue impuesto por sobre de los derechos del pueblo Mapuche a su territorio, pasando por encima de los derechos ambientales y sociales de la población.
La campaña «¡Que Paguen los Contaminadores!», lanzada en 2019, en el marco de la COP25, procura concretar acciones para que las empresas y corporaciones responsables de la crisis climática sean sancionadas, además de encontrar vías alternativas de reparación a las comunidades que enfrentan directamente los impactos de las actividades y políticas extractivas.
Datos sobre el evento
Fecha y horario: Viernes 12 de mayo, a las 5 p.m.
Lugar: Hotel Britania Crystal Collection, Sala Cuarzo.
Dirección: Calle Narciso de la Colina 345 – Miraflores.
Público dirigido: Organizaciones de base, colectivos y organizaciones ambientales, defensores ambientales, medios de comunicación.
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