LIMA. Esta semana se llevó a cabo el evento Análisis de la Conectividad Ecológica en Madre de Dios: De la Información a la toma de decisiones para la conservación de la Amazonía, donde se presentó el estudio elaborado por el Proyecto Prevenir de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), que recoge los resultados y recientes hallazgos acerca del impacto de la actividad humana en áreas naturales protegidas en esta región amazónica, ubicada al sureste del país.
El informe reveló que, a pesar de la elevada degradación del paisaje, producto de la minería y la agricultura, entre otras actividades extractivas, existen importantes corredores de conectividad ecológica que permiten el movimiento de los animales. Ante ello, Prevenir sostiene que urgen estrategias de conservación para proteger estos espacios que aseguran el flujo de las especies y la relación entre sus hábitats.
Esta investigación se llevó a cabo en torno a tres áreas naturales protegidas en Madre de Dios: la Reserva Comunal Amarakaeri, Reserva Nacional Tambopata y Parque Nacional Bahuaja Sonene. Asimismo, tuvieron una participación directa tres comunidades del pueblo indígena Harakbut, así como concesionarios mineros y agricultores.
Para ello, se utilizaron 60 cámaras trampa (automáticas) para luego realizar un análisis a detalle de imágenes satelitales. En total, se hallaron más de 1.050 corredores de conectividad, 50 especies de fauna; 13 de ellas amenazadas, y 147 especies de flora, en Madre de Dios.
En esa línea, se concluyó que se deben optimizar la recuperación de áreas degradadas por la minería, mediante salvaguardas o buenas prácticas ambientales y sociales. También, potenciar acciones de reforestación para mantener la conectividad al identificar concesiones de castaña prioritarias. Adicional a ello, se consideró de vital importancia implementar un mejor ordenamiento territorial sobre los derechos de uso en Madre de Dios para promover una gestión integral y sostenible del territorio, basada en ciencia y evidencia.
Por último, con el objetivo de priorizar la salud del patrimonio natural del Perú, se recomendó reestructurar las diferentes actividades productivas que se realizan para potenciar sus beneficios y así reducir los riesgos de impacto en la naturaleza y los procesos para conservar la biodiversidad de esta región.
El evento, realizado el 13 de abril, contó con la participación de Rodrigo Botero, director ejecutivo de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS); Julissa Barrios, Concesión Minera Cinco Rebeldes; Mariano Castro, director del Proyecto Unidos por los Bosques; Jessica Amanzo, directora general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente; y Aimy Cáceres, especialista en Biodiversidad Proyecto Prevenir Usaid.