El uso y abuso del servicio de reparto a domicilio y la protección sanitaria de plástico descontrolada durante la pandemia fueron nuestro pan de cada día hace poco más de tres años. Platos descartables, cubiertos y recipientes; además de mascarillas, guantes o protectores faciales, que en muchos casos fueron de un solo uso, se comenzaron a producir vertiginosamente con el fin de satisfacer una demanda que se encontraba aislada en casa y con mucho temor de salir. Y es que la pandemia nos golpeó fuerte a todos.
Sin duda, también golpeó todos los avances que se habían realizado en favor de la regulación del uso de plástico de un solo uso. En diciembre del 2019, solo unos tres meses antes que inicie la pandemia, el Ministerio del Ambiente daba a conocer que desde que entró en vigencia la Ley que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables (Ley n°. 30884) se produjo la reducción en 1000 millones (30 %) de unidades de bolsas de plástico. Todo un logro, en ese entonces.
Sin embargo, todos los esfuerzos se vieron postergados ante este nuevo virus, según un equipo internacional de científicos de las universidades de Nanjing (China) y California San Diego (EE.UU) se produjeron 8.4 millones de toneladas de residuos sólidos asociados a la pandemia.
“Definitivamente la pandemia ha jugado en contra por un tema sanitario. Con la pandemia se ponían los productos en dos bolsas de plásticos con cubiertos descartables. Eso fue un retroceso. Es importante volver a recuperar el terreno que se ha ganado y lo que está en juego es un cambio cultural que se había ganado usando envases retornables”, afirma el director de Gobernanza Marina de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Bruno Monteferri.
Un talón de Aquiles en la normativa es la “informalidad” ya que se pueden fiscalizar los supermercados, pero no se dan abasto para realizarlo al interior del país. Pero, ¿qué cambios han habido? Para Monteferri, sí hay un cambio cultural en la población, aunque no es lo suficiente ya que estas personas están dispuestas a reciclar o a hacer compostable, pero aquí es clave que le “hagan la vida más fácil al usuario” y no que él/ella se tenga que desplazar por diversos lugares depositando el reciclaje.
“Lo segundo es que existe una mayor infraestructura. Cuando se comenzó el programa “HAZla por tu playa” había 8 o 9 rellenos sanitarios. Hoy tendremos más de 70, no es suficiente, pero sí hay un aumento”, nos cuenta.
Retos en el Perú
Quizá el mayor reto es un cambio educacional y cultural. Monteferri relata que si se habla a nivel de reciclaje solo se realiza un 2% o menos. Otro problema es que no hay laboratorios ni plantas de compostaje industrial, que es donde deberían ir los objetos de un solo uso que sean biodegradables. Además, se debe ampliar la norma, ya que no regula todo el plástico o en productos cosméticos que son problemas graves, plásticos de la construcción o temas pesqueros”, señala.
En el Día del Consumo Responsable, debemos tomar conciencia del daño que causa el uso del plástico en el ambiente y a nosotros. Además, de fomentar una cultura sobre las tres R: reciclar, reusar y reducir. El cambio está en nosotros, solo debemos actuar.
Datos:
- Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y al año se usan 500 000 millones
- Cada botella de plástico tarda unos 450 años en descomponerse. Si no está a la intemperie, la cifra se aproxima a los 1000 años, según National Geographic.
- Si los datos se mantienen, los océanos contendrían más plástico que peces en 2050 según datos de la ONU.
- Según el Minam, en 2020 el Perú generó 7.9 millones de toneladas de residuos sólidos municipales, de estos el 76.4% lo conforman residuos orgánicos e inorgánicos que podrían ser aprovechados. Sin embargo, sólo se llegó a valorizar 59 021 toneladas, es decir menos del 1% del total.