¿Hasta cuándo? Urge proteger a la fauna silvestre amenazada

En los últimos años se ha puesto sobre la vitrina la necesidad de crear conciencia sobre el tráfico ilegal de flora y fauna silvestre. Las cifras son alarmantes. En Perú, solo entre el 2015 y 2020 se rescataron más de 20 000 animales vivos que iban a ser traficados, según el Servicio Nacional Forestal de Fauna Silvestre (Serfor).

“El tráfico, o comercio ilegal, se da porque existe una demanda, puede ser desde que una persona no está informada o sí lo está, pero no le importa”, afirma el especialista legal del Programa Bosques y Servicios Ecosistémicos de la Sociedad Peruana de Defensa Ambiental (SPDA), Luis Zari.

La pandemia abrió un nuevo mercado y se agudizó aún más el tráfico ilegal por internet. Según una investigación de InSight Crime, señalan que el Serfor identificó 41 mercados en 10 departamentos, principalmente en las regiones de Loreto, Ucayali y Lima.

(Fuente: Andina)

“Solo alrededor del 20% son traficados en los mercados internacionales. Las especies de ranas exóticas, por ejemplo, se venden por hasta US$ 100 por cabeza en los mercados internacionales, mientras que una especie de tortuga vendida en Estados Unidos alcanza hasta US$ 500 la unidad. El loro de pico negro se puede vender por hasta US$ 1 000”, afirma el documento.

En el Perú, el menú de estas especies amenazadas va desde una variedad de extractos a base de ranas del Titicaca debido a sus “supuestas” propiedades medicinales y afrodisíacas, pasando por la piel del tigrillo que se usa para tapetes o para crear accesorios diversos, hasta la tortuga taricaya y el perico de ala amarilla que se puede encontrar en las casas como mascotas, o incluso enviarse al extranjero. Estas son solo algunas de las especies más traficadas.

La gran demanda de las ranas gigantes del Titicaca (telmatobius culeus) las ha hecho muy vulnerables. Esta especie vive en las lagunas altoandinas ubicadas a más de 3 000 m.s.n.m. En el 2017, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) la incluyó en su lista, por lo cual no debe ser comercializada bajo ningún motivo. 

“Es de las más amenazadas últimamente y se ha perdido el 80% de la población debido a la contaminación de su hábitat y al consumo humano”, afirma el especialista Zari.

(Fuente: Andina)

El tigrillo (leopardus pardalis) es una especie emblemática del Amazonas, que se encuentra amenazada debido a diversos factores como la pérdida de su hábitat, la extracción para su comercialización, la cacería ilegal, entre otros.

Por otro lado, el pintor amazónico Teo Baneo es conocido por sus lienzos sobre este pequeño felino, ya que su objetivo es concientizar sobre la importancia en su cultura y prevenir la comercialización. Según señala, existe una caza indiscriminada de esta especie, ya que “hay una venta ilegal de su piel”.

Otro animal que merece nuestra atención es el cóndor andino. Según el Comercio actualmente solo estarían quedando 301 ejemplares distribuidos en 14 regiones del país.

Pero, ¿cuáles son las causas principales para que estos animales estén amenazados? Para Zari, son dos principalmente: el tráfico ilegal de fauna y la fragmentación de su hábitat. “Muchas especies necesitan corredores biológicos. Es decir, grandes especies de hábitat y cuando se corta por carretera, tala ilegal o deforestación, las especies dejan de hacer este recorrido y pueden llegar a extinguirse”, señala.

(Fuente: Sociedad Ambiental)

¿Qué se puede hacer? El especialista Zari considera que se debe trabajar arduamente en el cambio de pensamiento de la ciudadanía para que conozca lo vulnerable que son estas especies. Además, se debe realizar un control y fiscalización eficaz, ya que existe una red criminal organizada que vende estos animales al extranjero. 

Concientizar y educar para disminuir la demanda del tráfico ilegal de fauna silvestre debe ser la premisa, no solo del Gobierno central, sino de los gobiernos locales y regionales. Además, articular una defensa junto a organizaciones, federaciones, entidades no gubernamentales y ciudadanía en general.