Ante la noticia de que algunas empresas estarían introduciendo ilegalmente semillas transgénicas o genéticamente modificadas, de maíz amarillo duro en la costa peruana, el Ingeniero Luis Gomero, de la Red de Acción de Agricultura Alternativa, RAAA, recomendó que el Instituto Nacional de Investigación Agraria, INIA, supervise estas acciones pues se corre el riesgo de contaminar la gran biodiversidad con la que cuenta nuestro país.
“No tenemos identificadas qué empresas son (las que trabajarían con semillas transgénicas), pero el hecho es que este negocio que se está produciendo debería ser supervisado por el Instituto Nacional de Investigación Agraria, ellos son los encargados de hacer este monitoreo, de hacer el control del negocio de las semillas, especialmente con la última ley que también forma parte de la plataforma de derogatoria”, precisó Gomero.
Asimismo, dijo que la RAAA está monitoreando la introducción ilegal que vienen realizando algunas empresas que se dedican al negocio de las semillas y expresó su preocupación por este hecho dado que somos un país considerado como centro de origen del cultivo de maíz amarillo duro y se podría provocar un nivel de contaminación genética de este recurso tan valioso para la alimentación de nuestro país.
En el programa Diálogo Ambiental, el especial del fin de semana, producido por INFOREGIÓN, dijo que los estudios sobre transgénicos se hicieron en Barranca y Piura, “donde las muestras tomadas indican resultados positivos, por la falta de una regularización y una supervisión exacta del comercio de las semillas, especialmente al nivel del país”.
Aunque muchos productores de los transgénicos afirman que con la introducción de los transgénicos al país, se resolverá el problema del hambre, esa es una hipótesis totalmente falsa, y no es una buena opción económica para nuestro país, precisò Gomero.
Agregó que al contrario, se debe promocionar decididamente la agricultura orgánica.
El especialista advirtió que existen evidencias de enfermedades transgénicas que generan los organismos genéticamente modificados. «No vale la pena poner en riesgo la alimentación de la población cuando tenemos capacidad para producir otros alimentos de manera sana, de manera ecológica y limpia como hasta ahora lo hemos venido haciendo» indicó.
“Nosotros somos un país biodiverso y gracias a ello la gastronomía está despegando y teniendo una aceptación y reconocimiento internacional muy importante, la gastronomía depende de la agro biodiversidad y ahí se desarrolla y se mantiene una producción orgánica o ecológica que se necesita para asegurar este negocio que ahora es muy rentable”, puntualizó.
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