El representante de la ONUDD para Perú y Ecuador, Flavio Mirella, consideró que el gobierno debe entregar los recursos necesarios a las instituciones correspondientes para combatir al narcotráfico en el VRAE y en otras zonas críticas, en donde se han incrementado los cultivos de hoja de coca ilegal y la producción de clorhidrato de cocaína.
En diálogo con INFOREGIÓN, sostuvo que el Estado debe pensar en un eficiente control integral de las cuencas cocaleras, fortaleciendo su presencia y evitando la entrada de los insumos químicos a estas zonas.
“El principio de responsabilidad compartida para la lucha contra las drogas es un concepto válido, pero además de la ayuda internacional para enfrentar este problema se necesita de un compromiso nacional muy fuerte, que incluya a las autoridades locales, regionales y gubernamentales”, señaló.
El VRAE, el mayor productor de cocaína
En otro momento, lamentó que el Valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, se haya convertido en la zona de mayor producción de clorhidrato de cocaína en el país.
“El VRAE ha alcanzado las 16 mil 700 hectáreas de hoja de coca ilegal y produce cerca de 150 toneladas de clorhidrato de cocaína, Además, tiene una densidad de 100 mil plantas de hoja de coca por hectárea”, comentó.
De otro lado, destacó que gracias al modelo ejecutado en la región San Martín se logró reducir a 339 hectáreas los cultivos de hoja de coca ilegal, a diferencia de lo que sucedió en Huánuco (en la zona sur del Alto Huallaga) en donde los cultivos ilegales aumentaron en un 50%.
“El modelo San Martín es producto del sudor de la frente de los pobladores de esta región y del esfuerzo de diversas organizaciones por abandonar la economía ilegal del narcotráfico”, aseveró.
Finalmente, dijo que está claro que sólo 9 mil toneladas de hoja de coca están destinadas para el consumo tradicional, mientras que 113 mil toneladas de este producto se van al narcotráfico.