Humedales: Ecosistemas clave en el equilibro ambiental requieren de más iniciativas para su conservación

Hablar de los humedales no es muy frecuente en la vida cotidiana de la gente; sin embargo, son de una importancia estratégica para el saludable desarrollo de la vida en nuestro país y en la Tierra en general. Empecemos con decir que a pesar de que solo cubren un 6% de la superficie terrestre del planeta, son el hábitat del 40% de las especies de plantas y animales a nivel mundial.

Sin embargo, muchos humedales se encuentran en peligro, hecho que también amenaza a la vida humana. Como se ve, su cuidado compromete nuestro futuro, por ello se deben multiplicar las iniciativas conducentes a su conservación. ¿De qué ecosistemas hablamos y por qué urge preservarlos? De eso daremos cuenta en esta nota. Además, repasaremos un caso exitoso de conservación de humedales en nuestro país cuyos protagonistas sorprenderán a más de uno.

¿Qué son los humedales y cuál es su importancia?

Hablamos de superficies en las que el agua es su elemento clave. En general, los humedales comprenden ecosistemas de agua dulce, los marinos y los costeros, como pantanos, turberas, marismas, arrecifes de coral, manglares, lagos, ríos, oasis, estuarios, deltas, acuíferos subterráneos, etc., así como espacios creados por actividad humana como estanques de peces, arrozales, embalses y salinas.

Según las Naciones Unidas, “los humedales constituyen una solución natural al cambio climático. Las turberas, los manglares y las praderas marinas son los sumideros de carbono más eficaces de la Tierra, encargándose de capturar y almacenar el doble de carbono que todos los bosques del mundo juntos”.

Estos importantísimos ecosistemas, además, protegen a la humanidad de varias catástrofes naturales. Por ejemplo, si el nivel del mar sube, los humedales costeros disminuyen el impacto que puedan tener los tsunamis o huracanes; además, fijan la línea de costa y resisten los efectos de la erosión. Como se lee, el ser humano y la naturaleza en general, no pueden prescindir de la existencia de estos ecosistemas por los valiosos servicios que brindan.

Marisma ubicada en Filipinas en pleno proceso de degradación por acción humana

A pesar de ser aliados clave para combatir el cambio climático, las Naciones Unidas recuerdan que “con una pérdida del 35% a nivel mundial en los últimos 50 años, los humedales son nuestro ecosistema más amenazado, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques”. Entre las principales causas se citan que para la agricultura y construcción son usados como drenaje y relleno; además, estos ecosistemas reciben el impacto de la contaminación, la pesca excesiva, las especies invasoras y el cambio climático.

¿Qué es un sitio Ramsar?

Un pilar fundamental se produjo en 1971 cuando se realizó la Convención de Ramsar (nombre tomado de la ciudad iraní donde tuvo lugar) en la que se constituyó un tratado internacional que enmarca acciones nacionales y de cooperación internacional para preservar los humedales y sus recursos. Se reconoce a los sitios Ramsar por ser espacios de reserva de agua con gran cantidad de biodiversidad y por ser clave en el funcionamiento de los ecosistemas.

Vista de los manglares de Tumbes, un ecosistema emblemático del norte del país

Aproximadamente 174 países integran este acuerdo que hasta el momento ha reconocido un total de 2 468 humedales de importancia internacional, principalmente para la migración de las aves. En nuestro país existen unos 14 sitios Ramsar; mientras que los Pantanos de Villa son el único que poseemos en Lima desde 1997. Los otros 13 son: Reserva Nacional de Paracas, Santuario Nacional Los Manglares de Tumbes, Santuario Nacional Lagunas de Mejía, Reserva Nacional del Titicaca, Reserva Nacional de Junín, Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y la Reserva Nacional Pacaya Samiria.

La lista se completa con los siguientes: el Santuario Nacional Tabaconas Namballe, Complejo de humedales del Abanico del río Pastaza, Manglares de San Pedro de Vice, Humedal Lucre – Huacarpay, Laguna del Indio y el  Humedal de Sechura. Como se ve, los hay tanto en la costa, los Andes y en nuestra Amazonía.

La niñez peruana y su aporte al cuidado de los Pantanos de Villa

Recientemente, nuestro país puede preciarse de una interesante iniciativa exitosa en el ámbito de la conservación de estos ecosistemas. Allí tenemos que el año pasado la Municipalidad de Lima, a través del programa Niños y Niñas Guardianes de Pantanos de Villa, liderado por el Consejo Directivo de la Autoridad Municipal de los Pantanos de Villa, ganó el Premio de la Convención de Ramsar a la Innovación en la esfera de los humedales.

Se trata de la primera iniciativa peruana, y una de las primeras en el planeta, que impulsa el protagonismo de los menos en la conservación de un sitio Ramsar

El programa ha contribuido a que se reconozca la voz de los niños y niñas como guardianes del humedal y a que se les incluya por ley en las decisiones de protección de este ecosistema, cumpliendo así con el artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, señala el portal web oficial de Ramsar.

Se trata de la primera iniciativa peruana, y una de las primeras en el planeta, que impulsa el protagonismo de los menores en la conservación de un sitio Ramsar. Su misión es facilitar consejos a las autoridades municipales de cuatro distritos en la preservación del único refugio de vida silvestre de Lima Metropolitana. Fue la presidenta del Consejo Directivo de la Autoridad Municipal de los Pantanos de Villa, Ximena Giraldo, quien recibió el premio Ramsar en el marco de la COP14 de la Convención de Humedales (Convention on Wetlands), que se realizó en noviembre del 2022.

Imaginando las sonrisas y la satisfacción de niños y niñas ante la proeza ambiental de las que formaron parte, culminamos esta nota creyendo que este tipo de iniciativas son más necesarias que nunca para preservar los humedales. Hacemos un llamado a que la iniciativa privada y estatal puedan coordinar iniciativas similares en otros humedales del país. Como vimos, se trata de un ecosistema clave en el equilibrio ambiental que siempre debemos tener en cuenta.