Dedicar una vida para proteger el patrimonio natural de nuestro país no tiene edad. Y ello se comprueba al conversar con los guardaparques que desempeñan su abnegada labor en una diversidad de lugares de nuestra variada geografía nacional. La nota la iniciamos con la frase que nos dijo un joven de 19 años que labora en un espacio rico en biodiversidad, pero amenazado por actividades ilegales. Veremos su caso más adelante. Esta pasión y compromiso puede extenderse toda una vida, sin apelar a la jubilación.
Desde 1993, Carlos Jahuanchi Yuqueño es guardabosques. A sus 78 años, él aún continúa protegiendo el Parque Nacional del Manu, un Área Natural Protegida y Patrimonio Mundial que alberga miles de especies de flora y fauna silvestre. Sin embargo, en la región Madre de Dios, como en diversas zonas del país, las actividades ilegales son un problema común. Por ello Jahuanchi comenta que su labor no ha sido sencilla. «Los infractores de madera casi nos han macheteado a nosotros, pero con palabras nos hemos defendido», afirmó.
Defender y proteger los bosques no es tarea simple. Por este motivo, cada 6 de diciembre, nuestro país conmemora el Día del Guardaparque Peruano. Ellas y ellos forman parte de una importante cadena de conservación necesaria para proteger los ecosistemas y a las comunidades que viven en ellos. Como parte de esta celebración, el día de hoy se realizó una ceremonia en el Parque Bicentenario de Miraflores, evento en el que el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) otorgó varios reconocimientos a algunos guardabosques de nuestro país. INFOREGIÓN logró conversar con algunos de ellos, quienes compartieron su amor por la conservación, pero también señalaron las amenazas presentes en sus lugares de trabajo.
En nuestro país, según cifras del Sernanp, existen unos 698 guardaparques distribuidos en 76 Áreas Naturales Protegidas (ANP), lugares que albergan gran cantidad de flora y fauna nativa. Así como Jahuanchi, conversamos con Haidee Villena Zuñiga, una guardabosques del Santuario Histórico Machupicchu, también lleva buen tiempo realizando este trabajo: 14 años para ser precisos. «Nosotros buscamos sensibilizar a las personas para que cuiden el Santuario, aunque no todos comparten esa idea. Pero no dejamos que nada nos amilane», sostuvo Haidee.
Como es sabido, la labor principal de los guardaparques es velar por la conservación de la biodiversidad, tanto de parques nacionales, bosques de protección hasta reservas nacionales, reservas comunales, santuarios nacionales, etc. De ello, el guardaparques Carlos Randolf Santiago tiene muy clara esa visión. Él es originario de Oxapampa, región Pasco, pero actualmente trabaja dentro del Parque Nacional Sierra del Divisor (región Loreto). Tiene 19 años, pero desde hace dos ya forma parte del equipo de los guardaparques voluntarios. «A mis 17 años, cuando trabajé en el Bosque de Protección Pui Pui, pude tener un acercamiento directo con animales y las plantas. Eso me llevó a querer cuidar y proteger la naturaleza», recordó el joven.
En relación a las posibles amenazas que haya podido recibir, Carlos nos dijo que no tiene miedo a esas querellas. «La adrenalina de cuidar y proteger nuestros bosques es algo indescriptible, pero la labor de proteger la naturaleza no es solo de nosotros [los guardaparques], sino de todas las personas», enfatizó.
«Los infractores de madera casi nos han macheteado a nosotros»
-Carlos Jahuanchi Yuqueño guardabosques de 78 años.
Por su parte, Rossana Ramírez Meza, guardaparque de la Reserva Comunal El Sira, ha destacado por ser la principal promotora de la estrecha relación que existe entre las poblaciones indígenas y la conservación de la naturaleza. Esta reserva comprende tres regiones: Pasco, Huánuco y Ucayali. Rossana es de Pasco; y comenta que no es novedad para nadie la presencia de actividades ilícitas en la zona; como por ejemplo la minería ilegal.
«Yo tengo 49 años y llevo realizando este trabajo desde hace 12, el cual me encanta porque ayudo a conservar el bosque para futuras generaciones. A mí no me han amenazado directamente, pero en la película nosotros somos los malos. Por lo menos eso piensan las personas que trabajan ilícitamente [en el bosque]», sostuvo Rossana, quien mandó saludos a todos los guardaparques y comunidades de la Reserva Comunal El Sira.
En el evento también estuvo presente Fey Yamina Silva, viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, quien destacó la labor de los guardaparques en nuestro país. “Ser un guardaparque en el Perú es una profesión que requiere capacidades técnicas a nivel ambiental, pero en la que también existen cualidades y características propias que los hacen aún más valiosos. Algunos son parte de un pueblo indígena u originario y hablar una lengua indígena o haber nacido en el territorio donde trabajan les permite conocer más de cerca las dinámicas sociales y culturales de las comunidades”, señaló en ceremonia realizada en el Parque Bicentenario de Miraflores.
Como hemos presenciado, la labor de conservar el bosque trasciende las barreras generacionales. Desde jóvenes hasta adultos mayores están comprometidos a cuidar la naturaleza. Sin embargo, es tarea de todos estar comprometidos con la protección de nuestra cobertura natural. Los guardabosques lo necesitan. En su día, es necesario recordarlo.