Alertan sobre amenazas que se ciernen contra la niñez y los adolescentes en el Perú

El día de ayer se realizó el foro denominado ‘La voz de niñas, niños y adolescentes: relatos de pandemia y la urgencia de filtros parentales ante el riesgo de explotación sexual y otros delitos contra la dignidad humana‘. Esta fue la ocasión en que las y los más jóvenes contaron diversas situaciones de riesgo que vivieron a través de Internet durante el periodo de confinamiento causado por la pandemia de la COVID-19.

En un documental realizado por CHS Alternativo, que fuera expuesto en el evento, algunos de estos jóvenes explicaron sobre cómo las redes sociales fueron medios de diversión y escape de la realidad durante la emergencia sanitaria, pero también cómo fue que dicha virtualidad fue una herramienta para ejercer agresión o intimidación sobre ellos.

Los riesgos del Internet

Aunque actualmente el confinamiento ya no forma parte de nuestras vidas como lo fue hace unos dos años; sin embargo, se siguen perpetrando delitos contra las niñas, niños y adolescentes; hechos que revelan la vulnerabilidad en que viven. En este sentido, esta población del país enfrenta diversos problemas que la sociedad, organizaciones y el propio Estado no deben dejar de combatir.

En este campo un rubro importante es el uso del internet. Con el uso masivo de esta red por parte de niños y adolescentes, a lo largo de los años se han desarrollado nuevas prácticas que dañan el bienestar de esta población. Una de ellas es el denominado Grooming, esto se refiere a cuando un adulto finge ser un menor de edad para engañar y pedir imágenes íntimas a un menor o para concertar citas que pueden terminar en violencia sexual. Otro peligro del internet es el Sextorsión, esto es cuando un agresor utiliza las imágenes de otra persona, enviadas por ella misma, para obtener favores sexuales o dinero, bajo la amenaza de publicarlas.

Susel Paredes y estudiantes durante el foro. Fuente: CHS Alternativo,

Finalmente está el Ciberbullying, esta práctica se manifiesta cuando un menor es acosado psicológicamente por otro menor de edad a través de mensajes privados en las redes sociales, publicaciones ofensivas o con la difusión de sus fotos, videos o memes, en donde se le avergüenza.

No obstante, el internet no es el único medio por el que la integridad de niñas, niños y adolescentes está en riesgo, pues la vida real también abarca situaciones de peligro para los menores de edad. Aunque las acciones tomadas deben estar alineadas de forma integral, existen actores desde el Congreso de la República que no parecen tener en cuenta normas u planes que puedan combatir las situaciones de inseguridad de la que viven muchos los menores de edad.

Un Congreso antiderechos

Hace una semana, el Parlamento archivó el proyecto de ley que despenalizaba el aborto en casos de violación sexualLa Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República archivó con 1 voto a favor, 12 en contra y 4 abstenciones, dicha iniciativa legislativa presentanda por Ruth Luque, congresista de la bancada Cambio Democrático – Juntos por el Perú.

El proyecto de ley planteaba incorporar el artículo 119 – A al Decreto Legislativo Nº 635 del Código Penal peruano, en el que se precisaría que “no es punible el aborto practicado por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada o de su representante legal cuando el embarazo sea producto de una violación sexual”.

No obstante, una vez más, el Poder Legislativo decidió no otorgarles derechos a las mujeres del Perú. «Haber archivado el proyecto de ley de aborto por violaciones, pone en riesgo a las mujeres, a las mujeres pobres, a las mujeres jóvenes y pobres; y a las mujeres jóvenes pobres rurales. Los abortos van a continuar, pero seguirán siendo clandestinos, insalubres y peligrosos. Eso pondrá en riesgo la vida de las peruanas que tuvieron una relación sexual que no querían y que producto de ello han tenido un embarazo que tampoco quisieron», sostuvo la congresista Susel Paredes para INFOREGIÓN. 

OBSERVACIONES. Comités de siete convenciones de Naciones Unidas y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos recomendaron al Perú que despenalice el aborto, en especial por causal de violación sexual.
Fuente: Andina.

En nuestro país, cualquier persona que esté relacionada al acto de abortar es perseguida por el Estado. Desde médicos, asistentes sociales, policías y fiscales. El Código Penal considera ilegal toda forma de aborto, excepto el llamado «aborto terapéutico», el cual se produce cuando está en peligro la vida de la gestante; es decir, si existe un riesgo de muerte. Según el Ministerio de Salud, solo en el año 2018, unas 2480 niñas de entre 12 a 17 años fueron atendidas por abortos, la mayoría provocados, en hospitales públicos del país.

En el Perú, según las Naciones Unidas, cada día 16 niñas y adolescentes mujeres son víctimas de abuso sexual. Entre el 2020 y 2021, los casos de maternidad adolescente entre menores de 15 años se incrementaron de 1158 a 1438. Si bien el problema de la violencia hacia las mujeres no solo se resolvería con un proyecto de ley, esta norma sí habría facilitado la reducción de cifras de niñas madres en nuestro país. Lamentablemente, el Congreso peruano no lo entendió así.

«Estos representantes han sido elegidos por la gente; y los congresistas elegidos votan en contra de las libertades y en contra de los derechos. Que sepan que los conservadores del Parlamento les han quitado ese derecho«, enfatizó Paredes. 

La trata de personas

Según CHS Alternativo, desde el 21018 ninguno de los 13 presidentes del Consejo de Ministros y de los 17 ministros del Interior informó sobre los avances en las políticas implementadas contra la trata de personas. En cinco años, se ha hecho caso omiso al acto de informar sobre el Plan Nacional de Acción contra la Trata de Personas (PNAT) 2017 – 2021. 

Este año, la congresista Susel Paredes presentó la Moción de Orden del Día N° 4266, solicitando que el premier Aníbal Torres y el ministro del Interior, Willy Huerta, acudan al Congreso de la República para que rindan cuentas sobre el avance de las metas y objetivos de dicho plan nacional. Al respecto, cabe preguntarse ¿cómo va esa rendición de cuentas?

El Estado peruano no cuenta con un registro general del delito de trata de personas, lo que dificulta la elaboración de políticas públicas contra esta problemática. Foto: AFP
Fuente: AFP.

«Está en manos de la Mesa Directiva del Congreso. Ellos son los que tienen que agendar la presencia del premier y del ministro del Interior para que den cuentas. Nada va cambiar si es que las autoridades encargadas de la ejecución de los planes y políticas no nos dicen qué cosa han hecho en concreto. La clave de la ejecución de los planes está en la rendición de cuentas», argumentó la parlamentaria. 

Según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), las mujeres y las niñas siguen siendo los principales objetivos de la trata de personas. De cada 10 víctimas detectadas a nivel mundial en 2018, aproximadamente cinco eran mujeres adultas y dos eran niñas. Alrededor del 20% de las víctimas eran hombres adultos y el 15%, niños pequeños.  Este delito tuvo un mayor impacto durante la COVID-19.

En el año 2020, la Policía Nacional del Perú registró unas 394 denuncias por el delito de trata de personas, si bien esta cifra disminuyó en relación al 2019, es necesario que el Poder Ejecutivo explique los avances en políticas contra este delito.

Según Prevención de la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes, en el ámbito del turismo (Esnna), otro punto a resaltar es la ausencia de un registro de casos de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, cuya sanción penal es distinta a la trata de personas con fines de explotación sexual y cuyas víctimas son menores de edad.

Los menores de edad en nuestro país están en riesgo. Es necesario que los actores políticos involucrados en buscar soluciones al tema sean conscientes de los peligros que cada día enfrenta esta parte de las población nacional. Estamos dejando un futuro muy incierto para los más jóvenes si es que no se apuntala a su seguridad desde su presente.