En un artículo publicado en el blog Cuarto Ambiente, el ingeniero forestal Rodrigo Arce Rojas se refiere a la necesidad de entablar un diálogo sincero para solucionar cualquier tipo de conflicto, a raíz del problema surgido entre el gobierno y las comunidades nativas amazónicas, que generó los enfrentamientos que dejaron a policías y nativos muertos. “Un proceso genuino de diálogo implica desarrollar la capacidad de empatía y reconocer que mi verdad no necesariamente es la única verdad”, señala.
A continuación parte del artículo publicado en el blog Cuarto Ambiente.
Dice la sabiduría popular: “no hay peor ciego que aquel que no quiere ver” o también “todo depende del cristal con que se mire” y es que la mente es un complejo en el que se traslapa la objetividad y la subjetividad por lo que resulta bastante difícil, aunque no imposible, ser objetivo.
Cada persona es un complejo en el que se confluyen su historia, sus percepciones, sus creencias, sus ideologías, sus imaginarios, sus representaciones sociales, sus necesidades, sus perspectivas, sus intereses, y donde se pone de manifiesto la influencia de su entorno cultural. La posición que ocupa en la sociedad o la dosis de poder que ostenta también influye en la forma cómo piensa, cómo siente, cómo actúa y los contenidos de sus discursos y sus prácticas. La expresión popular “el que tiene plata habla como le da la gana” grafica magistralmente la subordinación de todo orden al poder que te confiere el dinero en una sociedad que valora más el tener que el ser.
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