Conversatorio abordó oportunidades y retos de la agricultura orgánica en el Perú

Recientemente se desarrolló el conversatorio “La promesa de la agricultura orgánica” en donde se abordaron las oportunidades y desafíos de la agricultura orgánica en nuestro país. El evento, organizado por Calidad y Negocios, contó con la participación de destacados emprendedores de la producción orgánica. Compartimos algunos conceptos que se divulgaron durante este encuentro.

Silverio Trejo, presidente de la Asociación de Productores El Pimental – Ucayali, recordó cómo incursionó en el campo de la producción ecológica desde los años 90s, tiempo en el que uniendo esfuerzos se empieza aprovechar la biodiversidad amazónica para acudir con productos a las ferias de Lima. Ya en el siglo XXI trabajó con otras entidades en procesos de certificación orgánica, para así “adaptar la filosofía agroecológica” que en un comienzo era un procedimiento costoso.

“Como pequeños agricultores amazónicos trabajamos desde un enfoque de la convicción de la sostenibilidad, de la convicción de conservar la biodiversidad, de cuidar el medio ambiente; de recuperar terrenos degradados a través de sistemas agroforestales”, resaltó. Seguidamente, reconoció: “La agroecología nos ha cambiado el modelo de vivir”.

Trejo lamentó que muchos productores dejan de aprovechar los alimentos sanos que producen para dedicarlo más que nada a su comercialización. De otro lado, anotó que los consumidores ahora están más informados sobre el proceso de producción de alimentos orgánicos. Además, resaltó que la producción libre de agroquímicos se sigue expandiendo en Ucayali.

Por su parte, Soraida Condori, gerente general de la Central Agroandina del Perú, dijo que su entidad se interesa en laborar bajo la producción ecológica porque no daña el medio ambiente y también por el mercado. Citó que dos organizaciones de la central pueden exportar gracias al sello orgánico y así mejorar sus ingresos. Este enfoque se toma “pensando en la salud de la población y del medio ambiente”.

Recordó las dificultades que enfrenta la producción orgánica en algunas zonas del país donde se practica la “agricultura convencional”. Añadió que impulsan la producción ecológica en proyectos asociados con el Estado. Por ejemplo, en una cooperativa se han formado 30 productores de semilla orgánica de maíz blanco. En tanto, en áreas donde se produce orgánicamente, su rol de la central es impulsar su comercialización, completar certificaciones, etc.

Seguidamente, detalló el tipo de certificados que los compradores extranjeros demandan a los productores que conforman su central. Sin embargo, anotó que no todas las organizaciones tienen el financiamiento para acceder a esas certificaciones, cuya renovación es anual; ante ello la central promueve iniciativas para que estas organizaciones los puedan solventar.

En tanto, Luis Gomero, coordinador de la Red de Acción de Agricultura Alternativa (RAAA), recordó cómo se inició su contacto con la agricultura orgánica. Es así que adquirió una finca en valle del río Chillón para demostrar su viabilidad. “Por eso, después de 20 años puedo decir que se trata de un modelo que puede resolver los problemas de la producción de alimentos de calidad, saludables; y a su vez, una estrategia para adaptarse al cambio climático. Además, es la opción para recuperar la biodiversidad en el país”, resaltó.

Además, anotó que la diversidad geográfica nacional nos dio “un capital natural basado en la biodiversidad con el que podemos entrar a los mercados emergentes”. Destacó que es una ventaja ante otros países para generar ingresos y conservar la naturaleza. Esto lo animó a trabajar estos aspectos desde el mundo académico como profesor universitario. Añadió que la pandemia abrió nuevas oportunidades a la producción orgánica, pues la gente cuida su capacidad inmunológica que se puede lograr con los alimentos saludables.

Resaltó que la producción orgánica se ha convertido en un “eje económico importante para muchos productores”. También se refirió a los pequeños productores que no pueden acceder al sistema de certificación. “Eso es preocupante porque cuesta mucho y los que pueden acceder son los productores organizados o los que tienen un mercado organizado a nivel internacional”, advirtió.