Los niños que trabajan en la producción de los cultivos ilegales de hoja de coca en el valle de los ríos Apurimac y Ene, VRAE, están expuestos al uso de los agroquímicos altamente tóxicos que causan daños irreversibles en sus cuerpos que se encuentran en pleno proceso de formación, advirtió la directora de salud ocupacional de la Dirección Regional de Salud de Ayacucho, Dana Olivares Tineo.
En conversación con INFOREGIÓN, señaló que la mayor cantidad de casos de trabajo infantil registrados en el VRAE están relacionados a las labores agrícolas y a la explotación sexual de niñas.
En otro momento, explicó que con el cultivo de hoja de coca, a diferencia de otros productos, se recurre indiscriminadamente al uso de plaguicidas y herbicidas, para obtener más cosechas de las que se consiguen en condiciones normales.
“El Estado está en el deber de promover políticas efectivas para revertir esta dramática situación que viven muchos niños. La inclusión de niños trabajadores en la escuela es una forma de hacerlo. No se les puede quitar a los niños el derecho fundamental a la educación, porque se les está privando de un futuro digno”, expresó.
Afirmó que el Ministerio de Trabajo está en la obligación de evitar que los menores de 14 años trabajen, y pidió al Estado que invierta más en reducir los niveles de pobreza, principalmente en zonas tan complicadas como VRAE, donde se convive con los problemas del narcotráfico y el terrorismo.
“La disminución del trabajo infantil debe ser una competencia multisectorial de los ministerios de Trabajo, Salud y Educación, en coordinación con los gobiernos locales, con la finalidad de asegurar el progreso de nuestras sociedades”, aseveró.
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