A un mes de cumplir seis años de su erupción, el volcán Sabancaya continúa manifestando diariamente y de forma ininterrumpida explosiones volcánicas, clara señal de su incesante actividad.
Pero ¿qué es una explosión volcánica? Es la emisión violenta de volátiles y piroclastos, es decir, es la expulsión de fragmentos de magma y gases que se produce por la acumulación de presión e incremento de la temperatura dentro de la cámara magmática. El estilo de erupción que presenta el Sabancaya es denominado como vulcaniano, caracterizado por explosiones separadas o cíclicas, de duración corta y que pueden alcanzar alturas de entre 1 y 6 km sobre el cráter.
Dentro del actual proceso eruptivo, las explosiones generadas por el Sabancaya han producido, dentro de un radio de 6 km, la eyección de bloques de roca a alta temperatura y flujos piroclásticos de pequeño volumen. A mayor distancia, dichas explosiones han expulsado grandes cantidades de ceniza y gases con afectación, incluso, a poblaciones ubicadas a más de 25 km del volcán.
La actividad explosiva del Sabancaya está directamente relacionada con la composición de su magma de alta viscosidad o espesor, la temperatura a la que se encuentra y la cantidad y composición de los gases disueltos que contiene. Una mayor cantidad de estos gases implicaría el desarrollo de explosiones mucho más violentas y de mayor magnitud.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP), a través del Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul) indica que, entre el 2016 y 2022, el volcán Sabancaya ha presentado un máximo de 115 explosiones volcánicas en un día y una columna eruptiva no mayor de 5.5 km sobre su cráter. Sin embargo, la actual erupción mantiene niveles de actividad bajos a moderados y presenta un Índice de Explosividad Volcánica (medición de la magnitud) de 2, en una escala que va del 0 al 8.
Actualmente, los parámetros geofísicos medidos y monitoreados por el IGP que determinan el comportamiento eruptivo del volcán Sabancaya indican que la actividad explosiva continuará durante los próximos meses o años, la principal afectación a la población seguirá siendo causada por la caída de ceniza que eventualmente se presentará en las poblaciones próximas al volcán, principalmente de la provincia de Caylloma.
El IGP reafirma su compromiso de mantener informada a la población y alertar oportunamente a las autoridades sobre cualquier incremento de la actividad eruptiva bajo su lema “ Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.