La actividad volcánica en Perú debe su origen al proceso de subducción de la placa de Nazca bajo la placa sudamericana. En los últimos miles de años, dieciséis volcanes ubicados a lo largo de la cordillera de los Andes del sur peruano, específicamente en las regiones de Ayacucho, Arequipa, Moquegua y Tacna, han presentado erupciones. Seis de ellos (Ubinas, Sabancaya, Misti, Huaynaputina, Tutupaca y Ticsani) presentaron erupciones explosivas leves a violentas en los últimos 500 años. El mayor desastre ocasionó la gran erupción explosiva del volcán Huaynaputina en el año 1600, la cual tuvo un Índice de Explosividad Volcánica (IEV) de 6, en una escala que va de 0 a 8.
Los volcanes que desarrollaron erupciones explosivas durante la era del Holoceno, es decir, hace menos de 11 000 años, son Yucamane, Casiri y Purupuruni (región Tacna) y los volcanes de Andahua y Huambo (región Arequipa). Por su parte, los volcanes Sara Sara, Cerro Auquihuato (Ayacucho) y Chachani (Arequipa) desarrollaron erupciones explosivas importantes durante el Pleistoceno e inicios del Holoceno, es decir, entre 1 millón de años y 11 000 años, respectivamente.
En el futuro cualquiera de los volcanes mencionados anteriormente puede reactivarse y presentar erupciones explosivas. En efecto, teniendo en cuenta el ejemplo de erupciones ocurridas en el pasado a nivel global, los volcanes que han estado dormidos o inactivos por varios miles de años pueden desarrollar en el futuro erupciones explosivas importantes, cuyos productos a emitir como cenizas, flujos piroclásticos, flujos de lava, etc., pueden afectar a personas, obras de infraestructura (represas, aeropuertos, etc.) y el medio ambiente. Debemos considerar que, mientras siga ocurriendo el proceso de subducción de placas, seguiremos presenciando erupciones.
Por esa razón, se destaca la necesidad de establecer planes de reordenamiento territorial para restringir la ubicación de nuevos asentamientos en zonas de moderado o alto riesgo por erupción volcánica, tal como ocurre en Arequipa, donde existe población asentada a menos de 12 km de distancia de la cima del volcán Misti.
Desde el Instituto Geofísico del Perú (IGP), mediante el Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul), monitoreamos permanentemente el comportamiento dinámico de 12 volcanes, entre ellos la actividad del volcán Misti. Con los resultados de nuestras investigaciones estaremos mejor preparados para una futura erupción. Así, seguimos haciendo “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.