Los océanos cubren más del 70% de la superficie del planeta. Albergan a la mayor parte de la biodiversidad de la tierra. Son la principal fuente de vida para millones de personas y animales en todo el mundo. Sin embargo, mucha de la gran riqueza marina está desapareciendo. El 90% de las grandes especies marítimas han sido mermadas y el 50% de los arrecifes de coral han sido destruidos. Esto se debe a que se está extrayendo más de lo que se puede reponer.
Además existe una alarmante contaminación que los mares han experimentado en el tiempo. Cada año se vierten 8 millones de toneladas de plásticos a los océanos. Esto trae consigo la muerte de miles de animales marinos vulnerables por el arrojo de basura y la destrucción de sus hábitats. Además, otro fenómeno que causa estragos irreparables son los derrames de petróleo. El más reciente ocurrió en la refinería La Pampilla, en Lima. Además, nuestro país es uno de los líderes pesqueros en el mundo, pero la sobrexplotación convierte en vulnerables a las especies que habitan en el océano Pacífico.
Por estas razones, desde el año 2009, según la Asamblea General de las Naciones Unidas, cada 8 de junio se conmemora el Día Mundial de los Océanos. En esta fecha, INFOREGIÓN recuerda la importancia de cuidar los mares y las playas, así como resalta las acciones necesarias para enfrentar la contaminación frente a la indiferencia de los seres humanos.
Una tragedia con nefastas consecuencias
Como se recuerda, el pasado 15 de enero, alrededor de 12 000 barriles de petróleo de la transnacional española Repsol fueron derramados en la costa peruana. En primera instancia, la empresa responsable del daño y encargada de explotar la zona que opera hace más de 30 años, culpó del derrame al “oleaje anómalo” producido por la erupción de un volcán en Tonga. Sin embargo, posteriores comunicados del gobierno peruano y entidades adscritas advirtieron sobre las inexactitudes de esta afirmación.
Actualmente, las investigaciones continúan en curso. Aún así, la reciente fuga del capitán italiano del buque Mare Doricum, Giacomo Pisani, embarcación causante del derrame de petróleo en Ventanilla, estaría retrasando aún más las diligencias. Con ello, las contradicciones y retrasos en la búsqueda de encontrar justicia se dilatan.
A cinco meses de lo que ha sido catalogado como un desastre ecológico, los pescadores de la playa Ancón continúan exigiendo la limpieza adecuada del fondo marino, las orillas y las islas afectadas por el derrame de crudo. Además, existe una gran preocupación por el olor a petróleo que aún se mantiene en ese ecosistema, además de la angustiante situación de las familias que trabajan en actividades económicas conexas a la pesca: vendedores de pescado y de comida; hieleros, chalaneros y otros servicios. Según expertos, los efectos del hidrocarburo en la zona afectada durarán por lo menos 10 años.
«El olor a petróleo aún se mantiene en el ecosistema»
También existe un severo impacto en la vida silvestre afectada por el vertido de crudo. Según los reportes del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), las especies más afectadas por el derrame de petróleo en Ventanilla fueron las aves: gaviotas, cormorán guanay, pingüinos de Humboldt, piqueros, entre otros.
En febrero de este año, ante la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República, la exdirectora ejecutiva del Serfor, Levin Rojas Meléndez, informó que, hasta ese momento, se registró la muerte de 461 animales (312 en playas y 159 rescatados). Sin embargo, los pescadores, voluntarios, medios informativos y diversas personas de la sociedad civil reportaron el hallazgo de más animales muertos. La cifra exacta aún no se ha llegado ha determinar.
Pero la playa de Ancón no fue la única afectada. Son 24 las playas afectadas desde Ventanilla hasta Chancay. Según declaró el especialista en biodiversidad marina Yuri Hooker Mantilla para la agencia France 24, otras regiones del Perú han tenido casos de derrame similares que no han obtenido la suficiente atención.
A pesar que nuestro país tiene una elevada tasa de pesca a nivel mundial; sin embargo, existen serios rezagos en la protección de la biodiversidad marina. Tal es así que, a la fecha, no existen centros de protección que puedan garantizar las condiciones necesarias para salvaguardar la vida de los animales marinos que se llevaron la peor parte del desastre ecológico mencionado.
El problema del plástico
Se calcula que cada persona en América Latina y el Caribe genera casi 1 kilo de basura por día; es decir unas 231 millones de toneladas de desechos anuales. El Perú genera casi 8 millones de toneladas de residuos al año y el 46% de esos residuos que se encuentran en las playas son plástico. La mayoría de residuos de este material no se descompone en el mar y puede durar cientos o miles de años deambulando en las costas. Por ello, se calcula que para el 2050, al menos el 99% de aves marinas habrá ingerido plástico.
Muchas especies marinas están expuestas por el impacto que generan los desechos de plástico en sus organismos. Las tortugas, aves, peces y otros animales marinos corren el riesgo de enredarse con los plásticos que flotan en el mar, ya sea con las redes de pesca, bolsas, botellas y otros objetos de mediano y gran tamaño. Este exceso de basura se vuelve como una especie de trampas letales para estas especies.
Por otro lado, muchas especies ven amenazada su alimentación. «El plástico produce estragos de varios niveles dentro de su sistema digestivo y los animales mueren por la presencia de estos en sus estómagos. El plástico no puede ser digerido y les genera sensación de saciedad, por tanto, dejan de buscar sus alimentos y tienen problemas para escapar de sus predadores”, dijo Shaleyla Kelez, especialista en biología marina y conservación y presidenta de EcOceánica para Mongabay Latam.
A ello se añade que el Perú tiene algunas de las playas más contaminadas por basura marina de Latinoamérica y el mundo. Solo en la playa de Ventanilla se han registrado 463 partículas de plástico duro por metro cuadrado de arena.
Aunque sepamos el impacto del plástico en la vida de las especies marinas, la producción del mismo no solo afecta a la fauna, sino también a los seres humanos que se alimentan de ella. Por ejemplo, se han detectado pedazos tan pequeños como un grano de arroz en el océano, a eso se le llama microplásticos.
Los microplásticos miden menos de un centímetro. Pueden estar en tu comida o bebidas sin saberlo. Según las Naciones Unidas (ONU), cada minuto se vierte al mar el equivalente a un camión de basura lleno de plásticos y al menos 7 trillones de estas partículas de plástico invaden los océanos. Estas terminan siendo más peligrosas cuando se degradan.
La ONU prevé que para el 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos. Nadie niega el daño que las bolsas de plásticos le hacen al medioambiente. Según informó la oceanógrafa Sara Purca para El Comercio, la contaminación del microplástico en nuestro mar ha avanzado al punto de que hoy no podemos encontrar un metro cúbico de mar limpio. «La contaminación es tanta que se ha descubierto microfibras hasta en la Antártida, una zona remota a la que no tiene acceso casi nadie», afirmó.
«Cada minuto se vierte al mar el equivalente a un camión de basura lleno de plásticos»
Purca también comentó que no es posible limpiar al mar de estos microplásticos, pero sí es importante que nos centremos en ya no producir tanto plásticos. Aunque es un material fundamental para nuestra vida, los plásticos de un solo uso como las bolsas, las cañitas y el tecnopor causan daños irreversibles para los océanos.
Recordemos que en setiembre del 2017, una nueva isla de plástico fue descubierta cerca de las costas de Chile y el Perú. Esta mancha de basura marina que se halla en el Pacífico sur abarca más de dos millones de kilómetros cuadrados. Fue hallada por la Fundación de Investigación Marina Algalita, una organización internacional que se dedica a la investigación de la contaminación por plástico y sus impactos en la vida y ecosistemas marinos.
Las llamadas «islas de plástico» son enormes acumulaciones de basura que se encuentran en los océanos. Según Greenpeace, una ONG ambientalista internacional, se han identificado cinco islas de plásticos en los océanos: una en el Índico, dos en el Atlántico norte y sur, y dos en el Pacífico norte y sur.
En el Día Mundial de los Océanos, es importante reflexionar sobre las implicancias de utilizar el plástico en nuestras vidas, así como ser conscientes de la contaminación que estos generan en nuestra vida diaria. No poder deshacernos de ellos no significa que no puedan reutilizarse o reducir su consumo. Empezar desde ahora es necesario para no arrepentirnos mañana.