Cada segundo sábado de mayo se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias, que este año tiene como lema: “Noches oscuras, migraciones seguras”, con lo cual se busca llamar la atención sobre el impacto ocasionado por la contaminación lumínica en el comportamiento y desplazamiento de las aves en la noche.
La contaminación lumínica puede alterar el comportamiento de las aves, incluida la migración, la alimentación y la comunicación vocal. También afecta sus niveles de actividad. Las aves migratorias están particularmente expuestas a la contaminación lumínica, especialmente a aquellas que migran de noche, porque la luz las atrae y desorienta y las pone en riesgo de agotamiento y colisión letal.
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) informó que el Perú forma parte de la ruta migratoria de aproximadamente 140 especies de aves que realizan diversos tipos de migración, como las que se realizan de norte a sur del continente para alimentarse y evitar las adversas condiciones invernales de Norteamérica. En este grupo se encuentran las gaviotas grises (Leucophaeus modestus) que anidan en Chile y vienen a alimentarse a Perú durante el verano austral.
El Serfor precisó que también está la ruta que se realiza de los Andes a la costa. Un ejemplo de aves que la usan son los flamencos que migran desde los Andes a la costa, inclusive con sus juveniles.
Durante el verano austral, se puede observar un mayor número de especies de aves migratorias. Así, es usual observar gaviotas de Franklin (Leucophaeus pipixcan), gaviotas grises, aves playeras y flamencos alimentándose en la costa.
Se sabe que las aves en general se sienten atraídas y desorientadas por las luces artificiales. Esto ocasiona que sean cegadas por la intensidad de la luz que blanquea los pigmentos visuales y por lo tanto, ocasiona que no puedan ver detalles visuales o que esto interfiera con la brújula magnética utilizada por las aves durante la migración.
Una atracción por las luces nocturnas artificiales convencionales puede conducir a otras consecuencias adversas, como la reducción de las reservas de energía, el retraso de la migración, el aumento de la probabilidad de colisión y, por lo tanto, lesiones y muerte.
Golondrinas afectadas
Existe un grupo de aves que migran desde la costa hasta el océano como las golondrinas de la tempestad de collar (Oceanodroma hornbyi) que en su camino hacia al mar se ven desorientadas por la luminosidad de las ciudades y caen en las zonas urbanas, generalmente, en techos y jardines, e incluso en las vías públicas.
La golondrina de la tempestad de collar es un ave pequeña que se distribuye a lo largo de la zona costera y el mar, en el ámbito de la corriente marina de Humboldt o de agua fría. Anualmente, el Serfor libera decenas de golondrinas de la tempestad de collar en el mar afectadas por las intensas luces.
¿Qué podemos hacer?
· Reducir la cantidad de luz fuera del hogar o lugar de trabajo. Apaguemos todas las luces nocturnas no esenciales. Para estas, se recomienda usar temporizadores o detectores de movimiento para mantener el uso al mínimo.
· Cambiar el color de las luces, de frías a cálidas. Los estudios sugieren que la luz verde y azul atrae a más aves migratorias nocturnas que la luz roja, naranja o amarilla.
· Dirigir toda la iluminación hacia abajo. Se recomienda colocar luces para iluminar el piso o el suelo y usar escudos de iluminación para evitar que brillen en el cielo.
· Comparte el mensaje de «atenúa las luces para las aves por la noche».
Más información:
El Día Mundial de las Aves Migratorias se celebra en dos fechas cada año: el segundo sábado de mayo y el segundo sábado de octubre. Es organizado por una asociación de colaboración entre dos tratados de la ONU: la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS) y el Acuerdo sobre Aves Acuáticas Migratorias de África y Eurasia (AEWA); así como por la organización sin fines de lucro, Medio Ambiente para las Américas (AELC), informó el Serfor a INFOREGIÓN.