La Defensora del Pueblo, Beatriz Merino y el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Monseñor Miguel Cabrejos, lamentaron la violencia desatada en Bagua, Amazonas e hicieron un llamado a la serenidad y al cese de enfrentamientos en la zona, que hasta el momento causaron la muerte de nueve policías y cerca de veinticinco indígenas.
En el comunicado, la Defensora pide el cese a la violencia “para evitar un mayor número de pérdidas humanas en los actos de protesta de las comunidades amazónicas en la región selvática, en las ciudades de Bagua Chica y Bagua Grande, departamento de Amazonas, que ocasionó la muerte de civiles y policías, y un saldo de varios heridos”.
Asimismo, refiere que la vida es un valor supremo que en cualquier circunstancia debe ser protegida y privilegiada, tanto la de nuestras comunidades nativas históricamente desatendidas como la de quienes, en cumplimiento de su deber constitucional, procuran el restablecimiento del orden.
“Hacemos un clamoroso llamado a la serenidad y demandamos que, de manera inmediata, cesen enfrentamientos entre compatriotas. Es urgente que se atienda sin distinción a las personas heridas y a las que se encuentren en riesgo”, remarcó Beatriz Merino.
La Conferencia Episcopal y la Defensoría también piden que se proceda en el más breve plazo a restablecer el canal de diálogo, el cual nunca debió ser interrumpido, y recomendó utilizarlo como la única vía para resolver pacíficamente los conflictos.
Por ello, invocaron a todas las autoridades y dirigentes a optar por el diálogo y la paz, y expresaron su disposición de colaborar en lo que sean requeridos, a fin de devolver la tranquilidad a las poblaciones afectadas y a todo Perú.
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