ÁNCASH. Los pobladores de la comunidad campesina Cordillera Blanca de Recuay, en Áncash, utilizan una sencilla aplicación digital en sus teléfonos celulares, que les permite identificar indicadores biológicos para determinar si una fuente de agua es accesible para el consumo humano y de sus animales, así como para regar sus plantas.
Para tal efecto, los campesinos solo tienen que ingresar datos sobre la cantidad de insectos que viven en el agua. Así sabrán las condiciones de salubridad del recurso hídrico.
Estas actividades se desarrollaron en el marco del proyecto “Cascada”, a cargo de la Universidad Peruana Cayetano Heredia en alianza con el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam). En el marco de su implementación, se realizó un curso de capacitación acerca del uso y beneficios de la citada aplicación digital.
Al final del mismo, los agricultores de esa comunidad ancashina recibieron sus certificados que los califica como capacitados en el análisis de la calidad de agua mediante el uso de esta herramienta.
El presidente ejecutivo del Inaigem, Bram Willems, resaltó la necesidad de capacitar a las comunidades de dicha región, debido a que son afectadas por la contaminación natural del río Negro, su principal fuente de agua, como consecuencia del cambio climático. “Este proceso contamina las aguas superficiales, subterráneas y los suelos por donde corre el drenaje, poco a poco y a lo largo del tiempo, como una enfermedad crónica”, acotó.
Añadió que este problema ambiental global afecta a los contextos más vulnerables, como en el caso del drenaje de ácido de roca. “Por ello, este proceso constituye una forma de adaptación acertada frente al cambio climático”, dijo.
Por su parte, Robert Balabarca, presidente de dicha comunidad campesina destacó que esta herramienta digital es muy útil e importante para sus labores agropecuarias diarias, informó el Minam a INFOREGIÓN.
El dato
– El drenaje ácido de roca es consecuencia de la acelerada desglaciación de los nevados. Los minerales de las rocas que por muchos años estuvieron escondidas bajo la nieve, al entrar en contacto con el agua y el aire, se oxidan. Esto produce compuestos sulfatados que vuelven extremadamente ácidas a las aguas y crean el medio ideal para la disolución de metales (hierro, cadmio, arsénico, manganeso, y otros).