El presidente de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, presentó el plan para las labores de rehabilitación que la compañía llevará a cabo en las distintas zonas afectadas por el derrame del buque Mare Doricum, el pasado 15 de enero. La limpieza del mar y el litoral ya presenta un 79% de avance y, según ha adelantado el presidente de Repsol Perú, la compañía desarrollará de manera progresiva una serie de actuaciones “con el objetivo de devolver el litoral peruano a su estado natural”.
Fernández-Cuesta ha destacado que, al igual que ha venido haciendo hasta ahora, la compañía, trabajará “en estrecha colaboración con las autoridades, aplicando los más altos estándares internacionales y empleando todos los medios económicos, humanos y técnicos a nuestro alcance”.
La empresa informó que la limpieza de la superficie del mar se completará esta semana. A finales de febrero, las labores en las playas con mejor accesibilidad estarán concluidas, mientras que en zonas de difícil acceso (acantilados rocosos) se extenderán hasta marzo.
En relación con la situación en el mar, la empresa Lamor, líder mundial en labores de limpieza y remediación de derrames, ha elaborado un informe según el cual se habría recogido, a día 15 de febrero, un 97,9% del producto derramado, que se encontraba en mar y tierra, y no existirían residuos en el fondo del mar. El informe utiliza una metodología diseñada por la National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos (NOAA) y modelos de simulación, que incluyen análisis del tipo de producto derramado, las condiciones del mar local y comportamientos en otros derrames en el mundo. Este análisis se va a ratificar con estudios en el mar en la siguiente fase de actividades.
En esta última fase de limpieza en las playas, se informó que se viene aplicando la metodología SCAT, una técnica internacionalmente reconocida de evaluación del litoral, que busca determinar las mejores prácticas de limpieza para cada lugar en función de las características del terreno. Esta metodología fue desarrollada por el Dr. Edward Owens, quien ha estado colaborando sobre el terreno con Repsol, junto a un equipo de expertos y compañías especializadas.
Una vez culminados los tratamientos definidos en los SCAT y de acuerdo con el protocolo que la compañía ha propuesto y trasladado a OEFA para dar por culminada la etapa de limpieza, Repsol, junto con representantes de NOAA, International Tanker Owners Pollution Federation Limited (ITOPF) y Owens Coastal Consultants (OCC), la empresa especialista que elaboró los SCATs, verificarán el cumplimiento de los hitos de limpieza en el litoral.
De acuerdo con la legislación peruana vigente, la finalización de las actividades de limpieza se comunicará a OEFA para su validación. Después de que la autoridad competente verifique que se han alcanzado los criterios establecidos, se realizarán los muestreos y análisis correspondientes, mediante los cuales definirán las zonas que requieran ser sometidas a un Plan de Rehabilitación.
Dependiendo de las características de las zonas del litoral donde sea necesario aplicar estos planes, se utilizará un abanico de técnicas siguiendo los más altos estándares internacionales, como son la biorremediación, remediación mecánica, estabilización mineral o diferentes tipos de lavado. Durante la fase de rehabilitación se continuará con la evaluación de los impactos ambientales y sociales en las áreas afectadas por el derrame, informó Repsol.
Fernández-Cuesta ha reiterado también su compromiso “para remediar los daños que el derrame ha provocado a las comunidades de la zona” y ha señalado que se mantendrá el respaldo que la compañía está ofreciendo a los afectados “hasta que las playas y el mar se encuentren aptos para el desarrollo de sus diversas actividades productivas”.