El reciente desastre ambiental ocasionado por la empresa Repsol en las costas de nuestro país ha motivado una ola de críticas, pero además, de propuestas para revertir en el menor tiempo posible los daños ocasionados a los ecosistemas estropeados. Hemos tomado nota de algunos planteamientos formulados al respecto por varios científicos y estudiosos del país y pasamos a compartirlos con la fe en que las autoridades sepan acompañarlos de la decisión política suficiente para remediar las zonas contaminadas.
Tomará más de dos años recuperar los ecosistemas dañados
El científico Marino Morikawa precisó que la reacción ante el derrame de parte de Repsol y del Gobierno debió ser inmediata. De esa manera, explicó, se hubiese podido recuperar más del 95% del ecosistema afectado en un mes. Desgraciadamente, el tiempo se dejó correr y la mancha de petróleo se ha expandido por lo que consideró que se tardará más de dos años en recuperarse el ecosistema. Agregó que a ello se añade un tema de larga data, es decir, nuestro mar está contaminado por aguas residuales.
Recordó que estaba dispuesto a ir a lugar de los hechos para combatir la contaminación; sin embargo lamentó que las trabas burocráticas impidiesen su objetivo. De haber logrado desarrollar esa tarea, dijo a El Comercio, habría implementado dos sistemas: «La primera es con la máquina Transvac, que va a permitir dragar el crudo que se encuentra en la orilla del mar y la playa misma. Tiene la funcionalidad equivalente a la labor de mil trabajadores por día. Aceleramos el proceso, evitamos cualquier intoxicación de las personas contratadas y voluntarios, y reducimos el impacto ambiental».
La segunda herramienta que citó Morikawa, que bien puede ir a la par de la primera, «es el Skinner (modelo nutria) que tiene que estar en el cuerpo del agua para poder recolectar el crudo de la superficie. Nuestro sistema ayuda a separar el aceite del agua hasta en un 98%. Ese aceite se puede reutilizar». Agregó que será importante realizar un examen físico-químico del agua para determinar si “se necesita porcentaje de oxígeno o sistema de tratamiento de aguas contaminadas”.
Urge tener centros de rescate de animales
La fauna es una de las víctimas del derrame. En ese sentido se impone la instalación de centros de rescate ante este tipo de desastres. Estos no existen en la costa peruana. Así lo consideró el médico veterinario zootecnista Carlos Calvo Mac, del Grupo de Rescate de Animales Marinos de Trujillo de la ONG ConservAccion, quien resaltó a Mongabay Latam, la importancia que las empresas extractivas que se encuentren en el país financien centros de rescate regionales de animales.
«Si tuviésemos centros de rescate, no estaríamos tratando de crear de la nada una zona de baños, de triaje, de estabilización. Simplemente se realiza el acopio y de ahí van al centro rescate con las instalaciones adecuadas para esta situación. No existe un centro de rescate en la costa. Nunca ha habido esa iniciativa. Se puede repetir acciones de otros países donde las empresas extractivas financian los centros de rescate municipales o regionales. Esa figura sería ideal tenerla en Perú, pero no la tenemos», añadió el veterinario.
La importancia de tener las cifras claras
En tanto, Matías Caillaux, coordinador del Programa Océanos de The Nature Conservancy, remarcó que cuanto antes se debe cuantificar la magnitud del derrame de crudo. Afirmó a Mongabay Latam que esta tarea es urgente, pues “debemos tener claro cuánto se ha vertido, cómo se ha dispersado y hasta donde llegará el petróleo”. La entidad de la que forma parte, actualmente, da asesoría técnica a los pescadores marisqueros de Ancón.
Además, Caillaux sostuvo que es una tarea urgente la remediación de los estragos ambientales ocasionados por el petróleo. “Se debe evaluar si se mantiene la presencia del hidrocarburo y los metales pesados en el sustrato y los recursos. Cada vez que se detecte la presencia de estos elementos en los recursos ocurrirá el cierre de las actividades de pesca”, manifestó.
Voluntariado y transparencia en los planes de contingencia
Juan Carlos Sueiro, director de Pesquerías de Oceana en el Perú, planteó la importancia de orientar y facilitar asistencia técnica a esa movilización ciudadana de voluntarios que expresaron su afán de participar en las actividades de remediación. Citó que es importante desarrollar una vía práctica autorizada para proveer los materiales necesarios que esa gente pueda usar. Añadió que esto reviste mayor prioridad ya que se trata de un daño ambiental no visto antes en nuestras costas.
Agregó que una medida necesaria es exigir la transparencia en cuanto a los planes de contingencia, pues actualmente, estos no son públicos. Oceana Perú también divulgó la importancia de realizar simulacros que nos preparen para enfrentar estos problemas. «Como país debemos discutir la continuidad de la extracción petrolera en el mar. Esta es una actividad de alto riesgo que compromete la actividad pesquera, que es pilar de seguridad alimentaria y laboral de los pescadores; la biodiversidad; y la belleza paisajística como base del turismo».
Liderazgo y coordinación interdisciplinaria
En tanto, el exministro del Ambiente Manuel Pulgar Vidal, remarcó la importancia que el Gobierno central de nuestro país reporte, bajo el liderazgo del ministro del Ambiente, en el día a día, las acciones concretas que se vienen implementando para la remediación ambiental de las zonas afectadas y de cómo se está verificando su cumplimiento.
La recuperación ambiental de las zonas afectadas requiere una labor coordinada de especialistas de diversas disciplinas, afirmó el biólogo Héctor Aponte a La República, pues es una tarea compleja y a largo plazo, por lo que requiere de la intervención de biólogos, ingenieros, oceanógrafos y economistas. “Para hablar de recuperación hay que ver cómo eran los ecosistemas antes del derrame. Hay impactos por petróleo en el mundo que todavía se están trabajando y que aún se ven daños crónicos en las especies”, comentó.