Día Internacional de las Montañas: La importancia de protegerlas

El planeta está en crisis. El cambio climático, los desastres naturales, el crecimiento demográfico, la pérdida de biodiversidad o la degradación del ambiente son eventos cada vez más recurrentes. Lo singular de estos acontecimientos es que repercuten desproporcionadamente en algunos ecosistemas: uno de ellos son las regiones montañosas. Estas desempeñan un papel decisivo para la vida en la tierra y son importantes para la vida de los seres humanos y el ambiente.

Almacenar el agua dulce es una de las principales razones por las que se debe cuidar las montañas, pues es fundamental para la Tierra. Los ríos que nacen en las montañas son lazos vivientes que proporcionan agua para el riego, la producción de alimentos y el uso doméstico. Además, estos lugares son importantes por ser centros de biodiversidad agrícola, es decir, generan alimentos que los seres humanos consumen. Allí están el arroz, las papas, la quinua, el tomate y la cebada.

Casi mil millones de personas viven en zonas montañosas y más de la mitad de la población humana depende de ellas para abastecerse. Incluso son muchos pueblos indígenas, quienes mantienen valiosos conocimientos, tradiciones e idiomas, los que habitan estas zonas de altura. Sin embargo, la población de estos lugares se encuentra entre las más pobres del mundo.

Entre los factores que abonan a esta realidad adversa para esta población son las duras condiciones climáticas y ambientales, la lejanía y el acceso a menudo difícil a servicios básicos, entre otros, obstaculizan el desarrollo de las poblaciones en las regiones de montaña a lo largo y ancho del globo.

No obstante, una manera de combatir esta problemática es el turismo. Por esta razón, este año, debido a la crisis de la Covid-19, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha propuesto el tema del desarrollo del turismo sostenible como eje central para conmemorar el Día Internacional de las Montañas, pues esta actividad sería una forma de preservar el patrimonio natural, cultural y espiritual de la localidad.

Hay que resaltar que en las montañas se concentra entre el 15 al 20% del turismo mundial. Aunque las restricciones impuestas por la pandemia han agravado las vulnerabilidades de las comunidades de estas zonas, promover la actividad turística es una posible vía para combatir la pobreza de estos lugares.

Es así como la crisis pandémica puede percibirse como una oportunidad para reinventar el turismo en las montañas y sus impactos en los recursos naturales y en los medios de vida, para una mejor gestión del mismo y encaminarlo hacia un futuro más resiliente, más ecológico y más inclusivo.