Conozca al gato que nunca deberá criar en casa

Muchos de nosotros amamos a los gatos. Estos pequeños felinos se han convertido en los engreídos de muchas familias. Pero no todos los gatos viven cerca de los seres humanos ¿Se imaginan a un gato silvestre escurridizo viviendo en zonas escarpadas y muy frías de los Andes? Dicha especie existe en el Perú y su sobrevivencia corre peligro. Hablamos del gato andino; un animal silvestre poco conocido para muchos. Conozcamos más de esta especie y la situación que enfrenta hoy.

El gato andino es un animal escurridizo, por eso la ciencia no tenía muchos datos de este felino por varios años

El gato andino (Leopardus jacobita), incluido entre los cinco felinos más amenazados del mundo (se encuentra en “peligro de extinción”, según la Lista Roja de la UICN), habita en los Andes de países como Argentina, Bolivia, Chile y el Perú. Se caracteriza por su pelaje gris cenizo con manchas café rojizas-amarillentas. Tiene además una cola larga, gruesa y cilíndrica.

El gato andino es conocido por la población quechua bajo la denominación de «Osqollo», en tanto que «Titi» es su nombre aymara («Titicaca» viene a ser «la roca del gato», o del puma). Desgraciadamente, tanto el «Titi» como el puma y otras especies como el gato del pajonal se encuentran en peligro de extinción pese a que forman parte importante de la cosmovisión andina.

Según la Alianza Gato Andino (AGA), organización que reúne a especialistas de los países donde habita esta especie, este felino habita en la aridez de los Andes y a temperaturas extremas (0°C a 4°C), entre escasa vegetación, ambiente rocoso y cercana a cursos de agua. Según la misma entidad, existe una población aproximada de 2500 gatos andinos en Sudamérica, de los cuales menos de 500 se encontrarían en el Perú.

El felino -que vive por encima de los 3500 m.s.n.m.- puede pesar entre cuatro a seis kilos. Además, llega a medir de 57 a 85 cm. de la cabeza al tronco. Su pelaje es gris cenizo con manchas verticales marrones amarillentas a la manera de franjas. Su principal rasgo es su cola que puede medir hasta 48 cm. con un marcado color café oscuro en forma de anillos.

Zonas del país en donde se han avistado a los gatos andinos

Solo a través de cámaras trampa -con censores de movimiento- es que los investigadores pueden reunir datos sobre este felino debido a su carácter elusivo y sus hábitos nocturnos. De acuerdo al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), en el Perú se puede avistar a esta especie en el Parque Nacional Huascarán, en la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca, Reserva Nor Yauyos Cochas y en la Reserva Subcuenca del Cotahuasi.

Por sus hábitos escurridizos, la información sobre esta especie no ha sido nutrida hasta hace algunos años, siendo considerado por mucho tiempo como un misterio para la ciencia. Así lo manifestó en 1996 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), cuando publicó un plan para la conservación de este animal. Era tanto el vacío de información que ni siquiera se sabía dónde vivía realmente. Esto motivó a un grupo de científicos sudamericanos a crear en 1999 la AGA, que se consolidó capital para conservar a esta especie.

Las principales amenazas que amenazan al gato andino son la degradación y pérdida de su hábitat por actividades como la minería, así como la caza por distintos motivos, la escasez de sus presas y su tenencia irresponsable en calidad de mascotas. Por eso, en Argentina está catalogado como “vulnerable”, mientras que en Chile y el Perú se encuentra “en peligro de extinción”, y en Bolivia en “peligro crítico”.

Cámara trampa captó en el 2015 imágenes de este felino en la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca (Arequipa)

“La existencia de agua corriente es un factor importante para la presencia del gato andino así como la presencia de vizcachas o chinchillones (Lagidium viscacia o L. peruanum), habitantes permanentes de los roquedales, y que son la presa principal de este felino”, señala la AGA. La entidad subraya afirma que, pese a diversos estudios, aún existe poca información sobre la especie. Ya hemos visto líneas arriba el origen de esta situación.

En nuestro país, con el objetivo que la ciudadanía en general sea consciente sobre la importancia de conservar esta especie, es que el Banco Central de Reserva (BCR) puso en circulación la novena moneda de un sol esta vez alusiva al gato andino como parte de la serie numismática “Fauna Silvestre Amenazada del Perú”. El lanzamiento se realizó el pasado 3 de julio del 2019. La imagen del felino se registra en el reverso de la moneda, en la parte central.

Moneda acuñada por el BCR alusiva al gato andino

En la elaboración de acciones para su protección, la AGA reconoce que la distribución del gato andino abarca cuatro países, con marcada diversidad cultural y económica, cada uno con una idiosincrasia única al momento de diseñar políticas de conservación locales. Esto representa un desafío a la hora de diseñar estrategias de conservación transversales ya que históricamente han estado limitadas por las fronteras que separan estos países, precisa la entidad citada.

Aunque los avances en los 20 años de labor de la AGA han sido significativos, todavía se desconoce información básica de este felino. Aunque parezca increíble, hay mucha información por recopilar de este animal silvestre: no se sabe cuántos años vive, cuántas crías tiene y cuál es su período de gestación. A esto se suma el elevado grado de amenaza que sigue enfrentando en tierras sudamericanas.

Cabe citar que en nuestro país «Pro Carnivoros» es una entidad que desarrolla actividades y estudios para promover la protección de este felino.

Estamos pues ante uno de los casos más críticos en situación de vulnerabilidad ya que unido a las amenazas ya señaladas contra esta especie, existe información insuficiente que registre en blanco y negro las principales líneas de vida de esta especie. Es preciso, por lo tanto, la implementación de iniciativas que permitan llenar los vacíos en cuanto a la investigación sobre esta especie para optimizar las acciones destinadas a su conservación.

Fuentes: BCR, Actualidad Ambiental, Alianza Gato Andino, Sernanp, diario La República y diario El País.