Un equipo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), en alianza con la Universidad Católica San Pablo de Arequipa, la empresa “qAIRa”y las municipalidades de Lima Metropolitana, Miraflores y San Borja, ha desarrollado un sistema de monitoreo de calidad del aire en zonas urbanas, que con módulos de medición de bajo costo y en tiempo real, tendrá la capacidad de inferir y pronosticar mapas de contaminación con la ayuda de modelos de inteligencia artificial. Para la ejecución de esta iniciativa, la PUCP, ganadora de la convocatoria “Investigación Aplicada”, recibió financiamiento en convenio con el Banco Mundial, a través de Prociencia.
A través del monitor llamado qHAWAX, que en quechua significa Guardián del Aire, se podrá monitorear 5 gases contaminantes como: monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), ozono (O3) y sulfuro de hidrógeno (H2S), además de material particulado (PM2.5, PM10) y variables meteorológicas como presión, temperatura, humedad, radiación UV y ruido. Además, estos monitores, en tiempo real, recopilan información y la muestran a través de un software de monitoreo de calidad de aire, llamado qAIRamap.
Cabe mencionar que, la contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud. Recientes investigaciones vienen acopiando evidencias que refuerzan la hipótesis de que vivir en regiones de mala calidad de aire puede aumentar el riesgo de muerte por COVID-19. Según estudio desarrollado por la universidad de Harvard en Estados Unidos, ha determinado que el incremento de tan solo 1 ug/m3 en concentración de material particulado menor a 2.5 micras (PM2.5) está asociado con un aumento del 8% en la tasa de letalidad por Covid-19.
En epidemias anteriores ya se evidenció que la mala calidad del aire puede tener un papel agravante en la infección. En 2003, durante la epidemia por el coronavirus del SARS, se encontró que pacientes que residían en regiones de mala calidad del aire en China tenían un mayor riesgo de morir por la infección. De la misma manera, en el 2009, en la pandemia por el virus de influenza H1N1, se encontró una asociación entre mortalidad y exposición continua a aire con niveles elevados de material particulado.
“Estamos enfocados en seguir trabajando para contribuir con la salud de las personas, estamos en un momento en el que todos tenemos que, desde nuestra experiencia y profesión, buscar una solución para frenar lo generado por el coronavirus”, dijo el doctor Edwin Villanueva Talavera, investigador principal del proyecto, quien no se atreve a decirlo abiertamente, pero su proyecto es original, y es la primera vez que a través de esta iniciativa muchos tomarán cuidado sobre la importancia del cuidado del aire.
Con las mediciones de la red de monitores se ha realizado un análisis de la calidad del aire en Lima, según la investigación desde el lunes 2 de marzo del 2020 (2 semanas antes de declararse el aislamiento social obligatorio) hasta el domingo 26 de abril del pasado año (seis semanas de aislamiento), se halló que el particulado de polvo, proveniente del parque automotor y actividades industriales, se ha reducido hasta en 60% durante la cuarentena en relación a las semanas previas a esta, informó Concytec a INFOREGIÓN.
El monóxido de carbono, principal residuo del tránsito vehicular, se ha reducido, en la mayoría de los puntos monitoreados, hasta un 95%. Los valores de dióxido de nitrógeno y ozono también se han reducido en menor porcentaje, y en algunos puntos se han mantenido por la presencia de posibles actividades económicas que no acataron el aislamiento.