Perú es un punto clave para el tráfico ilegal de vida silvestre a nivel mundial. Tan solo entre 2000 y 2016 se realizaron casi 6000 intervenciones de productos y subproductos de fauna silvestre en el país con destino hacia Europa, Asia y Norteamérica. Este delito, que incluye especies acuáticas, es la cuarta actividad ilegal más lucrativa en el mundo: mueve entre $7000 y $23 000 millones de dólares anualmente. De este total, el comercio ilegal de productos hidrobiológicos representa entre $4200 y $9500 millones de dólares cada año.
Este mercado ilegal e internacional está estrechamente vinculado a redes de corrupción del crimen organizado, que incluye el tráfico de drogas, personas, armas y el lavado de dinero. Existen indicios de que especies amenazadas, o cuyo comercio se encuentra restringido o prohibido, como los tiburones zorro, tiburones martillo, los caballitos de mar, los peces sierra, el paiche, entre otros, estarían siendo traficadas traspasando fronteras. En el caso de aletas de tiburón hay casos de Ecuador, Chile, Costa Rica, Perú, México, etc.
Un estudio de análisis comparativo de la normativa aplicada en 12 países, presentado recientemente por el Proyecto Prevenir de Usaid, concluye que incluir este delito dentro de los alcances de la Ley contra el Crimen Organizado brinda mayores estrategias y herramientas de investigación a jueces y fiscales, ayuda a desarticular las redes delictivas. Entre ellas, “la intervención de comunicaciones, la participación de agentes encubiertos, el levantamiento del secreto bancario, el levantamiento de la reserva tributaria y bursátil, seguimiento y vigilancia, y la incautación de las ganancias del delito sin autorización del fiscal o juez”, señala Carmen Heck, Directora de Políticas de Oceana Peru.
De acuerdo con dicho estudio denominado “Argumentos técnicos a favor de la incorporación de los delitos de tráfico ilegal de flora y fauna silvestre a la Ley N.° 30077, Ley Contra el Crimen Organizado”, urge que el Perú tipifique este delito como grave y fortalezca su persecución en línea con los acuerdos internacionales vinculantes. “Perú es un blanco fácil para el comercio ilícito de vida silvestre en el mundo, ya que es un país megadiverso con variedad de flora y fauna”, dijo Flavia Queirolo, parte del equipo del Environmental Law Institute (ELI), institución que elaboró el estudio.
A la espera de la aprobación final
Esta semana el pleno del Congreso de la República debe debatir el Proyecto de Ley 6051/2020-CR aprobado en abril por Comisión de Justicia y Derechos Humanos. El Proyecto de Ley 6051/2020-CR propone incorporar en la Ley Contra el Crimen Organizado los delitos de tráfico ilegal de especies de flora y fauna silvestre (terrestre y acuática). Felipe Paredes San Román, viceministro de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, remarcó que el origen zoonótico de la actual pandemia por la Covid-19 (es decir, por transmisión de animales a seres humanos) demuestra el gran peligro para la salud pública que representa este delito, por lo que dicho sector apoya el proyecto. Más aún, “en el 2020, la pandemia no detuvo la actividad delictiva. En Perú se registró más de 1400 animales vivos decomisados”, según Miriam Cerdán, Directora General de Gestión Sostenible del Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre de Serfor.
A esto se suma que el tráfico ilegal de vida silvestre no solo afecta a las especies, sino que pone en riesgo los medios de vida de las comunidades locales. “Una de las actividades donde se presume la existencia de organizaciones criminales es el desvío ilegal de anchoveta (destinada al consumo humano directo) para la elaboración de harina de pescado. Existe una diferencia significativa entre la producción anual de harina de pescado y la cantidad exportada en ese mismo periodo. Produce estimó, para el periodo 2012-2016, que el promedio anual de producción de harina de pescado fue de 799 mil toneladas, mientras que el promedio anual de exportación de harina fue de 867 mil toneladas”, agregó Carmen Heck, Directora de Políticas de Oceana Peru.
Agregó que “el comercio ilegal de vida silvestre y la pesca ilegal están evolucionando y adaptándose rápidamente al escenario de pandemia, pese a los esfuerzos de entidades como el Ministerio Público, la Policía y la Sunat para combatirlos. Esperamos que el Congreso apruebe el proyecto de ley esta semana para empoderar a estas instituciones con las herramientas adecuadas para identificar y desarticular las organizaciones criminales que lucran con estas actividades ilegales”.
Cabe mencionar que, en marzo de 2021 más de 40 organizaciones de la sociedad civil, grupos académicos y gremios, enviaron de forma conjunta una carta solicitando a la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República, la revisión y discusión del citado Proyecto de Ley, informó la ONG Oceana a INFOREGIÓN.
Para leer la Carta enviada al Congreso y las adhesiones haga click aquí
Datos y cifras
• El tráfico de vida silvestre es la cuarta actividad ilícita más lucrativa del mundo y mueve entre 7000 y 23 000
millones de dólares por año, según la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc).
• Según la Agencia de Policía Internacional (Interpol), el tráfico de flora y fauna silvestres es el comercio ilícito
más lucrativo del mundo luego de la comercialización de drogas y armas, pues mueve aproximadamente unos
20 mil millones de dólares al año.
• Solo en el Perú, entre los años 2000 y 2018, se han decomisado un total de 79 025 animales vivos,
pertenecientes a 342 especies diferentes. Se estima que alrededor del 20% de animales decomisados en el Perú
tenían destinos internacionales.
• Desde aproximadamente el 2018, la Sunat ha realizado diversos decomisos de recursos y productos
hidrobiológicos por no contar con documentación requerida. Se han decomisado más de 30 toneladas de partes
de tiburones (carne y aletas).
• En el mundo, alrededor del 50% de la pesca se encuentra registrada. Este subregistro contribuye a que exista
tráfico ilegal, ya que hay desembarques que están fuera del radar de las autoridades.