LIMA. El 70 % de las epidemias son transmitidas por animales con alta carga viral que entraron en contacto con humanos debido al maltrato a la naturaleza y, en particular, por la deforestación. Estos sufren stress por la destrucción de los ecosistemas o cuando son tenidos en malas condiciones en los mercados, como el de Wuhan, en China. Allí aumenta su carga viral y la propensión al contagio con el ser humano, declaró para INFOREGIÓN el director general de Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente (Minam), José Álvarez.
Para combatir este estado de cosas, Álvarez dijo que el Minam hace esfuerzos junto con el Ministerio de Agricultura (Midagri) para promover un consumo más saludable en la población, especialmente de productos de la agrobiodiversidad peruana. Destacó que el Perú tiene la ventaja de tener un 30 % de la población viviendo en el campo y produciendo en pequeñas unidades agrícolas que trabajan amigablemente con el ambiente. Gracias a la agricultura familiar podemos consumir productos de la agrobiodiversidad de alto valor nutricional. «Que son la envidia del mundo», subrayó.
Recordó que gran parte de las personas más afectadas por el Covid-19 no practicaban hábitos de consumos saludables, por lo que sufrían diabetes, sobrepeso, enfermedades cardiovasculares e hipertensión, que son comorbilidades asociadas con una mayor vulnerabilidad ante dicho virus. Según informes preliminares de instituciones de salud, las comunidades andinas o amazónicas que consumen sus productos de la tierra no industrializados, han tenido tasas de mortalidad muy bajas en esta pandemia, en comparación con las poblaciones urbanas, pese a que estas últimas tuvieron mayor acceso a medicinas, oxígeno y hospitalización, refirió.
En ese sentido es que se desarrolla la labor del Minam, que impulsa una economía más verde promoviendo el uso de energías limpias y procesos de producción de mejor huella ambiental, destacó. «Impulsamos la revinculación con la naturaleza, con estilos de vida más sostenibles y respetuosos con el ambiente», dijo, para agregar que la contaminación ocasionada por el consumo humano que genera enormes cantidades de residuos sólidos y aguas servidas termina afectándonos.
Citó un estudio de la Universidad de Harvard, que indica que el incremento de un microgramo por m3 de partículas contaminantes en el aire, se asocia a un 8 % de incremento de la mortalidad por Covid. Añadió que eso explicaría, en parte, la alta tasa de mortalidad de la pandemia en ciudades, y su baja prevalencia en zonas rurales. Por eso, organismos como la Organización Mundial de la Salud subrayan que las ciudades deben ser más amigables con el ambiente.
Citando la frase del ministro del Ambiente, Gabriel Quijandría: «No podemos volver a la normalidad, porque la normalidad es el problema», afirmó que «esta pandemia debe ser un punto de inflexión para que la gente reflexione y se convenza de que no lo estábamos haciendo bien ni con nuestro entorno, ni con nuestro cuerpo».
Eso debe ser un estímulo de cambio en el estilo de vida, en el modelo económico de nuestras sociedades, declaró el funcionario del Minam para INFOREGIÓN.