Los brotes infecciosos en poblaciones de vida silvestre se han vuelto cada vez más frecuentes. El cambio climático tiene culpa de ello, según un nuevo estudio publicado en Science que propone la hipótesis de “desajuste térmico” en las especies de climas más fríos.
En la actualidad, la fauna salvaje está sufriendo varios brotes de enfermedades infecciosas que llevan hacia la disminución o incluso la extinción de especies en todo el mundo. Ejemplo de ello es el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, que provoca la quitridriomicosis y que está afectando a más de 500 especies de anfibios en todo el mundo.
No es un caso único. En los últimos 20 años, el síndrome de nariz blanca, causado por el hongo Geomyces destructans, se ha extendido entre los murciélagos de América del Norte, generando la pérdida de numerosas colonias de estos mamíferos. En Europa, la viruela de las ardillas se ha expandido debido a la introducción de la invasora ardilla gris de las Carolinas, que ha causado importantes descensos entre las ardillas europeas.
Fuente: Ecoticias