Violencia descontrolada en el Huallaga se debe a la omnipresencia del narcotráfico en la zona

La descontrolada ola de violencia que se vive en el Alto Huallaga es producto de la existencia cada vez más omnipresente del narcotráfico y de los terroristas de Sendero Luminoso, quienes hacen las veces de sicarios del tráfico ilícito de drogas, sostuvo el periodista y ex ministro del Interior, Fernando Rospigliosi.

Al respecto, dijo en diálogo con el noticiero de INFOREGIÓN Tingo María La Voz del Oriente que “es la combinación de narcotráfico y terrorismo la que desata esa ola de violencia” que vive actualmente esa zona del país.

“Por informaciones que tengo de la zona, sé que los asaltos se están extendiendo por toda la región, y ocurren a cada momento en la carretera y por todas partes”, añadió Rospigliosi Capurro.

Por ello, consideró que es necesario tomar medidas “muy drásticas” para poder controlar esta ola de violencia que azota toda la región.

“Creo que no se está asumiendo el problema con la gravedad que tiene y se está  subestimando por las autoridades de Lima. Me parece que debería ponerse más fuerza para detener esta ola de violencia”, indicó.

Violencia sobrepasa accionar terrorista

Más adelante, el ex titular del Interior destacó que los actos de violencia que se vienen presentando en el Huallaga sobrepasan largamente los que suele cometer el terrorismo de las huestes de Sendero Luminoso y que tiene que ver con la presencia del tráfico ilícito de drogas.

“Lo que viene ocurriendo va sobrepasando largamente la violencia terrorista (y) se trata de una violencia del narcotráfico, que se está volviendo incontrolable y (para la) que no bastan las fuerzas actuales policiales. Yo creo que se requieren medidas especiales que aparentemente las autoridades de Lima no están tomando”, destacó.

Sobre el reciente asesinato de la dirigente cocalera Deodora Espinoza Vara a manos de sicarios el fin de semana pasado, el también analista político dijo que “es difícil que las discrepancias que hay entre las dos organizaciones cocaleras haya llegado a tal extremo de que se estén matando entre ellos”.

“No me parece que eso sea probable sin embargo todas las hipótesis deben ser investigadas”, apuntó con relación a la acusación que hiciera la agonizante víctima a la dirigenta cocalera Rosa Obregón.

Como se recuerda, Deodora Espinoza Vara, presidenta de la Asociación de Productores Cocaleros del distrito de José Crespo y Castillo – Aucayacu, organización afiliada a la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios de las Cuencas del Perú, CONPACCP, fue asesinada la noche del 09 de mayo de ocho balazos a quemarropa.
 
Según se ha informado, antes de morir, la víctima habría identificado a su asesino como un cocalero del caserío Alto Unión, ligándolo con la Central Nacional Cocalera, CENACOP e incluso, habría acusado a la dirigente Rosa Obregón como la autora intelectual del sangriento hecho.