Turismo en el Alto Mayo: Emprendimientos en busca de la reactivación

Los emprendimientos de Nórbil, Juan y Marilú se tornaban favorables antes de iniciar la cuarentena. La afluencia a sus localidades, en la región San Martín, estaba motivándolos a seguir creciendo e inviertiendo en sus espacios para ofrecer mejores servicios. Por un lado, Nórbil Becerra habilitaba un hospedaje para sus visitantes, Juan Pérez trabajaba en la infraestructura y el mejoramiento de senderos para su emprendimiento con las aves; y, por otra parte, Marilú Pinedo lideraba el comité de mujeres
artesanas en su localidad.

El turismo rural comunitario sostenible es una de las consignas que se ha mencionado en estos últimos meses, como alternativa en el sector turístico de nuestro país. Un ámbito económico y social, que ha venido promoviendo la gestión del Bosque de Protección Alto Mayo (BPAM) del Sernanp, para poner en valor algunos de los tantos recursos turísticos del paisaje del Alto Mayo en la región San Martín. Con la finalidad de diversificar las actividades económicas de los pobladores y reducir la presión sobre los
bosques de la área natural protegida.

Pero para Carlos Bustamante, coordinador de los Acuerdos de Conservación de Conservación Internacional, el panorama de los emprendimientos que están en proceso de formalización, como el de Nórbil, Juan y Marilú, es complicado. “La implementación de los protocolos sanitarios necesarios para la reactivación del turismo, implica inversión económica y lamentablemente estos emprendimientos no cuentan con los fondos para implementarlos”, señala Bustamante.

Las artesanas de Urkuchaki
La energía que desprende Marilú Pinedo conmueve. Ella es pobladora del sector Nueva Zelandia, en el distrito Elías Soplín Vargas, que se ubica en la provincia de Rioja, al sur de BPAM . Marilú es joven, es madre, artesana, agricultora y muy optimista. “Debido a la pandemia, no hemos podido trabajar en grupo y eso ha sido nuestra baja. Recién estábamos iniciando, ya recibíamos algunos ingresos de los turistas y vendíamos nuestra artesanía. Ahora ya no hemos podido, pero vamos a buscar apoyo de
diferentes instituciones para que se reactive el turismo en Nueva Zelandia”, menciona.

En su localidad se encuentran las cataratas de Urkuchaki, palabra de origen quechua que significa al pie del cerro. Cuenta con 02 caídas, una de ellas de 30 metros de altura y la otra de 12. Un recurso turístico que se venía potenciando, a través del Comité de Turismo y Vigilancia Urkuchaki, conformado por la población local y en proceso de ser una comunidad saludable. Aquí también se encuentra el trabajo de meliponicultura, orquiderios y artesanía que realizan las mujeres del sector y que lidera Marilú.

Vuelos en espera
En Reserva Arena Blanca, la sonrisa atenta de Nórbil Becerra se interrumpe con la formalidad cuando comienza a describir con orgullo, las aves que alberga su reserva. Este es uno de los emprendimientos de aviturismo, que venían ascendiendo, como las más de 30 especies de colibríes y 4 especies de perdices que vuelan por sus 10 hectáreas de bosque. Los turistas estaban separando fechas con anticipación para disfrutar del vuelo y colores de las aves que llegan a su emprendimiento.

Los ingresos económicos con los que contaba Nórbil para la construcción de su hospedaje provenían del Programa Turismo Emprende, que accedió en el 2019, pero en el no se contemplaron este tipo de crisis.“La pandemia nos está afectando bastante, porque las visitas de turistas extranjeros, ahora están totalmente prohibidas”, señala con un gesto preocupado.

Actualmente, él y su familia están viviendo de los cultivos que tienen en el bosque, aprovechando para dar mantenimiento a su emprendimiento y buscando capacitaciones para que este lugar sea un destino
bioseguro.

El sendero de Juan

Por otra parte, Juan Pérez y su emprendimiento de aviturismo, el Sendero Royal Sunangel, estaban empezando a ser conocidos por los avituristas. Poco a poco recibían a más visitantes que se enteraban que en su sendero podían apreciar hasta 100 especies de aves, entre ellas 16 de colibríes, 20 especies de orquídeas y maravillarse con paisajes amazónicos.

Juan teme que el esfuerzo realizado hasta ahora sea en vano. “Pensé que este año iba recibir muchos más turistas que en el 2019, porque ya los operadores turísticos empezaban a contactarme, pero ahora la pandemia ha paralizado el turismo por completo”, menciona. Actualmente, este emprendedor junto a su hijo recorre las calles del Centro Poblado Aguas Verdes vendiendo productos de panadería y frutas para poder mantener a su familia y a Royal Sunangel y estar preparado para recibir a sus visitantes de forma segura cuando el turismo se reactive.

En el turismo especializado, como el que ofrecen Nórbil y Juan, donde su demanda está cubierta por visitantes extranjeros, tiene un escenario que es de gran incertidumbre. Mientras la pandemia termine, tendrán que reinventarse con el apoyo del sector turismo para enfocarse en nuevos mercados y evitar que el vuelo de sus aves y de sus emprendimientos no se detengan.

El Sernanp a través de la jefatura del BPAM junto a Conservación Internacional y la Asociación Ecosistemas Andinos (ECOAN) han sido artífices de estos emprendimientos y de otros, como el Bosque de las Nuwas, la Finca Dorada y el Orquideario Cuipal. Actualmente, ellos se encuentran a la espera de las nuevas normativas para continuar con el apoyo en el crecimiento de estos emprendimientos, pero también se requerirá del apoyo de las instituciones gubernamentales para minimizar el tiempo de reactivación.

Dato:

  • Reserva Arena Blanca
    Ubicación: Cerca del BPAM en el Centro Poblado Aguas Verdes a 700 m del km 400 de la carretera
    Fernando Belaúnde Terry, en el distrito Pardo Miguel, provincia de Rioja, región San Martín.
  • Royal Sunangel
    Ubicación: Al interior del BPAM en el km 378 de la carretera Fernando Belaúnde Terry en el distrito Pardo Miguel, provincia de Rioja, región San Martín.

Texto por Katherine Fernández y Homer Leiva