La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha avisado de que el consumo de grasas trans producidas a nivel industrial provoca cada año unas 500 000 muertes en todo el mundo, debido a que fomentan el desarrollo de enfermedades coronavirus.
Así, y tras reconocer que 58 países ya han legislado contra este tipo de grasas, protegiendo así a más de 3.000 millones de personas, todavía hay más de 100 países que no han llevado a cabo iniciativas para eliminar estas sustancias nocivas de los alimentos.
«En un momento en el que todo el mundo está luchando contra la pandemia del Covid-19, debemos hacer todo lo posible para proteger la salud de las personas. Esto debe incluir implantar todas las medidas posibles para prevenir la aparición de enfermedades no transmisibles que pueden ser más susceptibles al coronavirus y causar una muerte prematura», ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, para advertir de que el objetivo del organismo de eliminar las grasas trans en 2023 «no debe retrasarse».
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