El biólogo Felipe Mendoza comentó sobre la participación de los Biólogos en los Estudios de Impacto Ambiental en el sector Transporte, así como de las condiciones y limitaciones que tienen para ejercer. Así lo hizo en una nueva edición del programa «Biologando» conducido por el Blgo. Sandro Chávez, past Decano Nacional del Colegio de Biólogos del Perú.
Mendoza rememoró cómo fue que la normativa del Estado, en especial en el rubro Transportes, empezó a considerar al rubro ambiental en la elaboración de proyectos. Además citó cómo se gestionaba el impacto de obras en el ambiente antes de la emisión de esa normativa. Destacó que actualmente los proyectos a implementarse cuentan con presupuesto para realizar acciones ante efectos que se tenga en el ambiente.
En ese sentido, Mendoza resaltó que hoy los biólogos tiene un rol importante en cuanto al monitoreo de flora y fauna, formando parte en la elaboración de la línea base biológica de los proyectos. «Es allí donde el biólogo tiene mayor participación, porque antiguamente no existían los biólogos en el sector Transportes», ya que antes abundaban en el sector los ingenieros agrónomos, recordó.
Sobre el impacto del establecimiento de vías, refirió que «las carreteras no solamente deben hacerse pensando en las personas, sino en los seres vivos que cruzan esa vía porque estamos invadiendo el territorio de ellos». Expresó que se debe buscar que la carretera sea «ecoamigable» con los mamiferos, las aves, la existencia de acuíferos o de quebradas, etc,. Sostuvo que es allí que el biólogo tiene que coordinar con el ingeniero.
Agregó que «la carretera tiene impacto en las acciones sociales, (…) por que en los diseños de estudio ambiental la carretera tiene impacto en la salud de la población (…) por las vibraciones, la llegada de población foránea, etc». Por lo tanto, el biólogo tiene que formarse en la gestión territorial y gestión de los proyectos, acotó.
Mendoza no se mostró a favor de establecer muchos indicadores de medición en un proyecto, pues lo que hará será obstruirlo. «Lo que un proyecto requiere es cuidar la flora y fauna en peligro o en diferentes especies de peligro (en la zona comprendida por las obras), sobre eso deben ir los indicadores», remarcó.
Recordó que cada año salen de las universidades más ingenieros ambientales que biólogos, considerando que ellos vienen a ser la competencia más próxima que tienen los biólogos. «Nuestro escenario no solamente debe ser direccionar a los aspectos principalmente de flora y fauna, sino que tiene que ir a la transectorialidad. (El biólogo) tiene que ser transversal en su trabajo», resaltó.