El Perú cuenta con más de 70 millones de hectáreas de bosques que albergan una diversidad biológica y cultural inigualable, además de comunidades indígenas y locales cuyos medios de vida están estrechamente vinculados a la naturaleza. Sin embargo, los bosques enfrentan amenazas importantes, entre ellas la creciente extracción ilegal y no sostenible de la madera.
Un reciente informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (Por sus siglas en inglés, WWF) y la Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques, con el financiamiento de la Unión Europea, presentó recomendaciones para promover el comercio de la madera legal, a partir del diagnóstico de las fortalezas y debilidades en la gobernanza forestal, además de un análisis de los sistemas de trazabilidad y esquemas de certificación forestal en el Perú.
Dicho informe fue presentado en cuatro talleres a la sociedad civil y autoridades en Madre de Dios, Ucayali, Loreto y Lima, y a la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, en este último participaron más de 40 fiscales. El informe se centra en las regiones de Ucayali, Loreto y Madre de Dios, las tres más importantes para la extracción de la madera en la Amazonía peruana en donde se vienen enfrentando problemas de ilegalidad y deforestación.
Hacia la promoción de la madera legal
El Perú cuenta con más de 18 millones de bosques no categorizados que son de libre acceso para la ilegalidad. Esto se traduce en un serio problema de informalidad, que se ve agravado por el contexto institucional débil y la falta de transparencia en el sector . No obstante, según Osinfor, los volúmenes de madera no autorizados se han reducido significativamente en los bosques de comunidades nativas y concesiones forestales durante el 2019.
Entre algunas de las recomendaciones, el informe busca demostrar la importancia de la producción maderera y la generación de empleo en zonas rurales. “Desde WWF, creemos en la importancia de visibilizar los beneficios del manejo forestal sostenible en términos sociales, ambientales y económicos, a fin de mantener el interés del Estado por el sector. Además, de asegurar la participación de las regiones amazónicas y el apoyo de la cooperación, generando mecanismos y herramientas de cogestión efectiva y participativa entre el Estado, la sociedad civil y el sector empresarial para la construcción de un sistema de gestión forestal nacional”, señaló Alonso Córdova, coordinador del Programa de Bosques de WWF Perú.
El objetivo del informe es posicionar al sector forestal como una actividad de gran valor económico y herramienta clave de conservación de los boques. Para ello, es necesario evaluar la regulación aplicada a los actores de la cadena, los procesos de fiscalización y la necesidad de incrementar el atractivo del sector para promover la formalidad. Para lograrlo, el informe recomienda el aumento de incentivos a las operaciones que demuestren las buenas prácticas, fiscalización orientativa y hacer que el mercado sea el principal atractivo en todos los sentidos.
Dato
A la fecha, no se tiene data suficiente de fuentes primarias sobre la ilegalidad de la madera. En diciembre de 2018, GIZ estimó que, en promedio, entre 2007 y 2016, el 41% de la producción total de la madera en el país provino de fuentes desconocidas, y se aproximan pérdidas de 155 millones de dólares por año.
Fuente: WWF
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