Debido a que una de las más graves secuelas de la pandemia del COVID-19 están siendo los problemas de salud mental, el Instituto Guestalt de Lima (IGL) recomendó hablar de nuestros miedos y emociones en el hogar diariamente durante 20 minutos. El objetivo es conocer cómo están nuestros seres queridos, para así buscar ayuda especializada y oportuna cuando hay situaciones que no se pueden manejar por sí solos.
“Dado que en el Perú siete de cada diez personas tiene ansiedad y depresión que se manifiestan en angustia, incertidumbre y miedo, recomendamos hacer el ejercicio de preguntar diariamente dos temas básicos: ¿Cuéntame cómo te sientes? y ¿Dime cómo estás? para permitir que las personas hagan una catarsis y cuenten sus problemas”, señaló el psicólogo y psicoterapeuta, Manuel Saravia Oliver, director del IGL.
“Cada vez se observan más casos de personas que no pueden dormir, tienen problemas de apetito, falta de energía, cansancio, problemas de concentración y hasta ideas suicidas. Es necesario promover una campaña de salud mental que involucre a todos los niveles de gobierno: nacional, regional y local con el involucramiento de alcaldes para fortalecer el trabajo comunitario”, advirtió el especialista.
“Aunque la Organización Mundial de la Salud todavía no dispone de cifras sobre tendencias mundiales, está siguiendo la información que se está dando en varios países sobre un aumento de intentos de suicidio o abuso de sustancias, algo que se dio tras la crisis económica de 2008 y que se podría ver en los próximos meses”, explicó Saravia.
A detectar el estrés
El especialista aconseja que se debería empezar por apoyar a las personas a combatir el estrés usando conversaciones y escucha activa como mecanismos de protección, ya que sino existe el riesgo de diversas enfermedades al debilitarse el sistema inmunológico.
“Necesitamos tener el sistema inmunológico fortalecido y el ánimo arriba para enfrentar esta crisis. Las empresas deben evitar climas laborales donde prevalezca la amenaza o la hostilidad, porque restará valor y eficiencia a sus empleados en las organizaciones. Las habilidades de los gerentes y líderes de las organizaciones es vital y que reconozcan que hay miedo al futuro, miedo a la muerte, miedo a que mueran, miedo a no tener ingresos económicos y miedo a no resistir.”, indicó Saravia.
Otro dato preocupante es que en el Perú el 87.27% de empresas peruanas no había realizado una implementación de políticas de promoción, atención y rehabilitación en salud mental de sus colaboradores, de acuerdo al Estudio Regional Tendencias de Salud Mental en Latinoamérica y el Caribe 2019. La pandemia del COVID-19 está poniendo a prueba la resiliencia de las organizaciones, sus planes de continuidad de negocio y su capacidad para proteger la salud física y mental de sus empleados.
“En el ámbito laboral también estamos viendo las consecuencias del teletrabajo, que ha hecho que muchos trabajadores y trabajadoras tengan que convertir espacios de su hogar en despachos improvisados para poder seguir desempeñando su tarea diaria, teniendo como consecuencia un aumento de la tensión y la aparición de estrés psicológico. Además, cuando no se fijan rutinas para teletrabajar los horarios se convierten en impredecibles, afectando a los ritmos biológicos”. enfatizó.
Si el teletrabajo ya ha avanzado en algunas organizaciones, debe desarrollarse con ciertas garantías y regulaciones en cuanto a la jornada laboral, derecho a la desconexión o en lo que respecta a la seguridad y salud laboral, informó el IGL a INFOREGIÓN.
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