En junio de 2019, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), a través del Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL), pronosticó de manera oportuna el inicio de un nuevo proceso eruptivo del volcán Ubinas, cuya máxima fase de actividad ocurrió el 19 de julio con la emisión de grandes volúmenes de cenizas que afectaron a alrededor de 30 000 personas de las regiones de Moquegua, Puno y Tacna.
Desde el 12 de septiembre de 2019, esta actividad ha venido disminuyendo. Actualmente, la actividad sísmica en el Ubinas que estaría asociada al ascenso de magma ha cesado y las mediciones de deformación con equipos GNSS no muestran variación alguna, lo que implica que no se registra deformación del edificio volcánico; además, no se observan anomalías térmicas en el volcán. No obstante, las cámaras de vigilancia registran emisiones tenues de vapor de agua y gases volcánicos que sugieren una actividad mínima.
Estos niveles bajos de actividad volcánica han llevado al IGP a recomendar al Gobierno Regional de Moquegua la disminución del nivel de alerta a color verde, el cual corresponde al nivel base del semáforo de alerta volcánica que indica que no hay indicios de erupción del volcán. Si bien a mayo de 2020 el Ubinas no registra actividad importante, las autoridades y la población no deben olvidar que el Ubinas es considerado como el volcán más activo del Perú y que es muy probable que en el futuro cercano produzca nuevas erupciones volcánicas.
¿Estamos en la capacidad de advertir y pronosticar futuras erupciones en el Ubinas? Sí. El IGP, dentro de su labor científica, ha logrado comprender, a través de estudios de investigación geofísica efectuados desde la década de 1990, el funcionamiento del sistema magmático de este volcán antes y durante un proceso eruptivo, primer paso de un sistema de alerta temprana. Adicional a ello, ha implementado una red de monitoreo volcánico, segundo paso de un sistema de alerta, la cual está conformada por sismómetros, estaciones de deformación GNSS, inclinómetros, videocámaras, entre otros equipos, con cuyos datos obtenidos ha desarrollado pronósticos oportunos de las dos últimas erupciones volcánicas del Ubinas con un alto grado de certeza.
El Estado peruano ha reconocido el trabajo del IGP en el monitoreo e investigación de la actividad volcánica. El proyecto de implementación de redes de monitoreo volcánico en 12 volcanes activos del país, por un monto aproximado de 18.5 millones de soles, permitió también al IGP cumplir el encargo del Estado de implementar el CENVUL, servicio oficial en el Perú para el monitoreo y alerta volcánica. La apuesta del Estado por la ciencia y el compromiso del IGP en este trabajo andan de la mano en la gestión del riesgo volcánico en el Perú, lo cual coincide con el lema de nuestra institución: «Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar».
Por: José Del Carpio, vulcanólogo del IGP
Fuente: IGP