La bióloga Fanny Cornejo comentó sobre la situación de los Primates en el Perú y su importancia en los ecosistemas que habitan; también habló sobre los problemas que padecen y la necesidad de promover más investigaciones para conocer su futuro, pues por el tráfico ilegal y la pérdida de sus ecosistemas están en peligro. Así lo hizo en una nueva emisión de espacio “Biologando”, conducido por el Blgo. Sandro Chávez, past Decano Nacional del Colegio de Biólogos del Perú.
Chávez recordó que la investigación de los primates en el Perú “ha sido uno de los temas en los que menos nos hemos ocupado”. Cornejo agregó que eso continúa pese a las “enormes oportunidades que presentan”, pues son carismáticos: llaman la atención y son muy reconocibles ante el público en general. Recordó que, tras 14 años de trabajar con monos, “pienso que he logrado contribuir a que se formen capacidades y a que se incentive mucho el estudio” de esos animales.
Consideró como un reto, buscar que los primatólogos “se puedan posesionar en una universidad o en alguna institución que conlleve a que se realicen y que continúen a realizar las investigaciones”. Sugirió también que la primatología, para los estudiantes, “debe ser considerada como una capa más dentro de las diferentes capas que pueda tener su desarrollo profesional”.
Recordó que los primates grandes son grandes indicadores para saber si un ecosistema es saludable, pues requieren de grandes extensiones de bosque maduro; además, su presencia revela cómo es la interacción entre el ser humano y el ecosistema, del uso que este le da. Cuando desaparecen los primates, se da “el síndrome de los bosques vacíos”, pues los primates son dispersores de semillas, por tanto, el bosque no podrá ser sostenible en el tiempo, sentenció.
Cornejo consideró que con el Covid-19 se “está visibilizando la gran falla en el sistema económico y social en que hemos estado viviendo, tanto como no avocar suficientes recursos a la educación y la ciencia, como el no entender que se usan recursos de manera insostenible. Es absolutamente necesario que se modifique la relación con el ecosistema”.
Lamentó que el tráfico ilegal de fauna silvestre sea una actividad económica importante en el país. Citó que en varias localidades amazónicas remotas se vende “carne de monte” que también se consume en ciudades. Diferenció el consumo ancestral de parte de poblaciones indígenas, que es reducido; frente al consumo masivo dirigido a las grandes ciudades. Recordó que “de cada mono que se ve en el mercado, posiblemente diez murieron en el camino”.
Al respecto, Cornejo urgió que se tienen que buscar estrategias y alianzas que involucren no solamente a las entidades del Estado -y que reciban más recursos, sino también tener una fuerte campaña de concientización hacia la población. Rescató que hay buenas iniciativas del Serfor con la sociedad civil, “pero queda mucho por hacer”.
Respecto al debate existente sobre los centros de cautividad (zoológicos o centros de rescate) dijo: “Pienso que es prioritario invertir recursos en mantener los espacios silvestres donde tenemos poblaciones que aún se mantienen saludables, que focalizarnos en los individuos que ya salieron (de estos espacios)”.