Madre de Dios: El drama del transporte de pasajeros en Puerto Maldonado

“Queremos trabajar y no morir de hambre en nuestras casas”, dijo Gerson Rivasplata Flores (34), presidente de la Federación de Transportistas Urbanos de Madre de Dios (Fetrumad), que agrupa a unos 15 000 trabajadores de transporte urbano en motos lineales y motokar en la región Madre de Dios.

Ya han pasado más de 40 días sin poder trabajar por la prohibición del transporte de pasajeros en motos lineales, ya se les han acabado todos sus ahorros, sus alimentos y ya no tienen más que comer. “Pedimos a las autoridades que nos den la oportunidad de trabajar, y prestar el servicio de transporte urbano y con todas las medidas de higiene y salubridad”, demandó el dirigente citado a las autoridades regionales y nacionales.

Miles de los mototaxistas, ahora sin trabajo, salen a prestar servicios de forma ilegal, y corren el riesgo de ser multados y arrestados por la policía nacional. Otros cientos de personas sin trabajo y por las necesidades de alimentación en su hogar, también salen a prestar el servicio taxi en las calles de Puerto Maldonado, sin la pericia en la conducción, poniendo en grave riesgo la vida de los pasajeros de ser contagiados por el coronavirus.

Desde el inicio de la cuarentena, no hay transporte público de pasajeros en Puerto Maldonado, tampoco existe transporte de pasajeros para las comunidades agrarias y centros poblados ubicados al margen de la vía interoceánica, desde la comunidad de Santa rosa, hasta Puerto Maldonado. Las personas que no cuentan con autos, ni motos lineales, salen a pie para hacer sus comprar en el mercado. Y los agricultores que viven al borde de la vía interoceánica suelen caminar hasta 20 kilómetros para llegar a la ciudad.

Dionisia, madre de familia, trajo en brazos a su hija de 3 años con fiebre alta, al parecer con dengue. Dionisia vive en la comunidad de Tahuantinsuyo a 45 kilómetros de Puerto Maldonado, ella caminó 10 kilómetros a pie cargando a su hija hasta encontrar una moto taxi en el kilómetro 29 en San Bernardo, que las trasladó por S/ 25 un tramo hasta el kilómetro 11. De ahí tubo que caminar otros 6 kilómetros hasta llegar al puesto de control de la Pastora en el kilómetro 6. En este punto hay cientos de pasajeros todas las mañanas que pugnan por pasar el duro control policial y militar de ingreso a la ciudad. Unos por salir al campo y otros por ingresar a la ciudad, llevando alimentos y suministros para sus parcelas agrícolas, buscan cómo burlar este control que ya parece la puerta de ingreso a un campo de concentración militar.

En ambos lados del puesto de control existen unos 200 transportistas en mototaxis, que son “ilegales” por las restricciones de la cuarentena. Cuando la policía se acerca para hacer el control vehicular, huyen en sus motos. Aquí transportistas y pasajeros ya viven al margen de la ley. Los moradores que viven al borde la vía interoceánica, para llevar sus víveres hacen el penoso transborde de carga a pie, para llevar sus mercaderías, hasta un punto y otros siguen la ruta, hasta llegar a su domicilio. Hechos solo registrados en los años del caucho (1900), cuando los kepires, eran los que llevaban cargas a la espalda, como bestias, por kilómetros hasta llegar a Puerto Maldonado.

Dos mototaxistas ilegales, Juan y Miguel, por temor a no ser arrestados, nos dan nombres falsos. Ambos eran trabajadores de construcción civil. En la casa de Juan hay 9 personas que mantener, y en la de Miguel 7. “Si no salimos a trabajar nos morimos de hambre”, nos dicen. Ellos son taxistas ilegales por ahora, ya que no hay otra forma de ingreso. Llevan pasajeros hasta el kilómetro 24, donde hay un control policial, (por S/ 10 y S/ 15, dependiendo el acuerdo) de ahí los pasajeros cruzan a pie, y luego de caminar otros 6 kilómetros pueden encontrar otros taxistas también ilegales que los llevan hasta el kilómetro 50 entrada a Puerto Rosario – Laberinto, donde hay otro control policial.

Y así se hacen los trasbordos de pasajeros hasta el kilómetro 78. “Por qué de aquí reinan los mototaxistas de La Pampa”, dice Juan. Solo ellos pueden transportar personas en toda la zona de La Pampa, hasta la comunidad de Santa Rosa, kilómetro 145 de la vía interoceánica. El pasaje hasta este lugar cuesta hasta S/ 120, en tiempo normales, costaba S/ 15. “Pero los mineros ilegales de La Pampa, pueden pagarlo”, dice Miguel, ya que la minería ilegal en la zona de La Pampa, ahora, está en su máximo apogeo.

Joel Rivasplata es uno de los pioneros en el transporte en mototaxis en Puerto Maldonado, desde hace 40 años. Gerson es hijo de Joel, y heredo este trabajo, y ahora preside la Fetrumad. En una carta dirigida a los empresarios de grifos de Puerto Maldonado, les piden canastas de víveres. “Ya que la familia mototaxistas se encuentra en situación muy crítica, hasta el punto que no hay nada que poner a la olla”, dice en la carta. Además, se quejan de no haber recibido las canastas de víveres de la Municipalidad de Tambopata, ni los bonos del gobierno.

“Pero queremos trabajar”, eso dijeron el sábado último por la tarde en una reunión de trabajo con el gobernador regional, Luis Hidalgo Okimura y el alcalde de la provincia de Tambopata Keler Rengifo Khan. Ellos piden hacer el transporte de pasajeros con todas las medidas de seguridad e higiene, con guantes y mascarillas, con cámaras de desinfección en varios puntos de la ciudad, respetando todas las medidas de prevención del coronavirus, se informó a INFOREGIÓN.