El tráfico de armas a México es una de las razones principales por las que el número de homicidios dolosos se ha incrementado de forma imparable en el país. Y la ruta que se utiliza, suele ser la misma que se usa para el trasiego de drogas y dinero. De acuerdo con datos del gobierno de México, el 70% de las armas ilegales que entran al país, provienen de Estados Unidos. Alrededor del 40% lo hace a través de la frontera de Tamaulipas y Texas.
El fabricante de armas alemán SIG Sauer, a través de su empresa filial con sede en Estados Unidos, habría exportado de manera ilegal desde el año 2015 alrededor de 300 mil armas de fuego así como licencias de producción de diversas armas a México.
El semanario Proceso citó una investigación encabezada por el productor y cineasta alemán Daniel Harrich, quien descubrió que los permisos correspondientes para exportar el armamento a México no existen.
La investigación titulada Exportaciones Mortales 2, revela que aunque Sig Sauer Estados Unidos tiene permitida -por el derecho norteamericano- la venta al extranjero de armamento producido en ese país, no lo tiene para las armas producidas en Alemania.
El documental, que se transmitirá en la televisión pública alemana ARD la noche de este 1 de abril y al cual Apro tuvo acceso, desmenuza las acciones sospechosas a través de las cuales SIG Sauer Alemania estaría vendiendo armas y tecnología de manera indebida a México e incluso Colombia.
El equipo de investigación grabó en México durante varios días y descubrió que las armas que portan los cuerpos de seguridad mexicanos son, al menos parcialmente, producidas en Alemania. En todos los casos cuando menos las cubiertas son Made in Germany.
La filial estadounidense pertenece al consorcio SIG Sauer Deutschland, por lo que es una empresa alemana. “Efectivamente Sig Sauer USA tiene permitida la venta al extranjero de armamento fabricado en ese país bajo el derecho norteamericano. Pero no así, las armas producidas en Alemania”, se establece en el documental.
Entrevistado por el equipo de Harrich el exjefe de la Oficina Federal de Control de las Exportaciones (BAFA), Arnold Wallraff explica que la fabricante alemana tendría la obligación de reportar que su arma es producida con la intención de ser vendida en un tercer país y no en el país donde la empresa filial tiene su sede.
“Si alguna de estas armas llegó hasta ahí (a México) debió de haber sido mediante otro camino y en todo caso sin autorización”, sentenció.
Al ser consultado al respecto, el gobierno federal alemán aseguró que desde el año 2000 SIG Sauer no cuenta con permisos para la exportación de pistolas u otro tipo de armas cuyo destino final sea México.
Respecto a la transferencia de licencias y tecnología, que también ha comprado México, el gobierno alemán confirmó que desde el año 2000 SIG Sauer Alemania recibió 26 permisos para transferir tecnología a su empresa hermana en Estados Unidos.
Pero la venta de esta tecnología a México solamente es posible, bajo el derecho alemán, mediante otro permiso, explica en el documental el exministro federal de Economía y Energía, Sigmar Gabriel. Dicha autorización, según la investigación de Harrich, no existe.
Proceso destacó que SIG Sauer es la segunda productora de armas cortas más importante de Alemania. Tiene su sede en la ciudad de Eckerndorförde, en el estado federado de Schleswig-Holstein y ya el año pasado enfrentó un revés de la justicia alemana cuando el gerente de la empresa en Estados Unidos fue declarado culpable por el Tribunal Regional de Kiel por exportación ilegal de armas hacia Colombia a través de Estados Unidos. El mismo patrón que ahora se descubrió opera para México.
Si SIG Sauer ha eludido el cumplimiento de la ley alemana de sobre control de armamento, es algo que la justicia alemana tendría que comenzar a averiguar, consideró el exministro Gabriel, quien en la entrevista con Harrich sugiere que si se tienen pruebas, se proceda a la denuncia correspondiente.
Pero no es la primera vez que Sig Sauer se encuentra en el ojo público por su relación con el tráfico de armas en México.
En el año 2015, la fabricante de armas enfrentó cargos criminales en su país por haber exportado armamento a México de forma ilegal. Una de esas armas, una pistola 9mm, fue usada por sicarios para matar a por lo menos una docena de víctimas. Entre ellas la activista Marisela Escobedo Ortiz, el 16 de diciembre de 2010. Pero la empresa no fue enjuiciada en México.
Marisela Escobedo fue asesinada frente a las puertas del Palacio de Gobierno de Chihuahua mientras protestaba por el asesinato de su hija de 16 años, ocurrido en el año 2008.
El arma usada por el sicario José Enrique Jiménez Zavala, alias “El Wicked”, detenido días después y quien confesó el asesinato, era fabricada por Sig Sauer.
El activista alemán anti-armas Jürgen Grässlin presentó cargos contra Sig Sauer tras la difusión pública de las revelaciones del asesino de Marisela.
En México no se presentó ninguna demanda en contra de la fabricante de armas alemán.
Fuente: El Blog del Narco