México: Narcojuniors, los herederos de los cárteles de la droga

Suelen tener un perfil bajo, discreto. En muchos casos, sólo se conoce su nombre cuando las autoridades —sobre todo Estados Unidos— los relaciona con alguna actividad ilícita.

Es entonces que aparecen detalles de sus actividades o negocios. Pero el resto del tiempo su vida es un misterio. Son los hijos de los líderes del narco en México, que en algunos casos juegan un papel fundamental para los cárteles, ya que con frecuencia entre ellos surgen los sucesores de los capos.

Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, fue detenido el pasado 17 de octubre, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa. Su arresto y posterior liberación sacó a la luz su estilo de vida.  Las fotografías de Ovidio impactaron a la sociedad sinaloense. Del joven se sabe que nació en Badiraguato, Sinaloa.

Y que se describe a sí mismo como un hombre al que no le interesan particularmente los lujos ni los autos deportivos. En cambio, se interesa por los caballos y los gallos finos.  Ovidio está en contacto con otros de los herederos del Cártel de Sinaloa: sus hermanos Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar.

Jesús Alfredo, de 36 años, pertenece a una generación de mafiosos que presumen con temeridad de su ostentosa vida en las redes sociales.

Según el gobierno de EEUU, este capo se quedó a cargo de una facción del Cártel de Sinaloa y tiene el apoyo de su hermano mayor, Iván Archivaldo.

“Alfredillo” ha sido mencionado en una acusación federal que en 2009 se interpuso en una corte de Chicago, en Illinois, y que señala que los hermanos Guzmán, junto con otros seis implicados enviaron múltiples cargamentos de droga desde Sudamérica a Estados Unidos.

Del matrimonio de María Alejandra Salazar y “El Chapo” Guzmán nació Iván Archivaldo, de 39 años.

En 2005, el primogénito del Chapo fue arrestado por un caso de lavado de dinero, pero lo dejaron libre. Actualmente enfrenta cargos por importar grandes cantidades de marihuana, metanfetamina y otras drogas al país vecino.

Se dice que las ganancias que Archivaldo obtiene del narco son devueltas a México a través de depósitos bancarios, transferencias electrónicas, y en artículos de alta gama, incluyendo un Lamborghini Murcielago.

El “Sera”, como se le conoce a Serafín Zambada Ortiz, hijo menor del capo Ismael “El Mayo” Zamabada, es un joven rodeado de lujos y de excesos.

Su excéntrica vida fue expuesta luego de que en 2013 lo detuvieron las autoridades en el cruce fronterizo entre Nogales y Arizona.

Entonces, el menor de los Zambada fue condenado a 66 meses de prisión,al declarársele culpable de conspirar el tráfico de 100 kilogramos de coca y más de una tonelada de marihuana a Estados Unidos.

El defensor del presunto sicario aseguró que la condena resultó un triunfo, pues los cargos en su contra podrían significar prisión de 10 años de cárcel hasta cadena perpetua.

Algunos detalles sobre su vida fueron expuestos durante el juicio que se le siguió en Estados Unidos, donde se dio a conocer una carta escrita por él mismo en la que aseguró que siempre vivió “en una jaula de oro con lujos inútiles”, bajo la constante amenaza de los cárteles rivales, lo que lo obligó a dejar de practicar fútbol, a faltar continuamente a la escuela y cambiar constantemente de casa para evitar que lo asesinaran.

Cuando “El Sera” cumplió dos años, empezó la guerra entre su padre y el cártel de los Arellano Félix, que dominaban la plaza de Tijuana. Afuera de su fiesta de cumpleaños detonaron un coche bomba. La intención era matarlo.

Al cumplir 9 años, los Arellano Félix mataron a toda la familia de su madre en un hotel de Mazatlán.

“Desde 1992 hasta el año 2000, los días fueron difíciles y sangrientos, y (hubo) una guerra estúpida y sin sentido donde muchas familias fueron destruidas”, señalaba en la misiva.

El destino de la familia Oseguera González también estuvo marcado desde su nacimiento. En 1986, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho” —considerado actualmente el capo más peligros de México— vivía en el área de San Francisco, Estados Unidos, donde fue arrestado por la policía por robo y posesión de arma cargada. Una foto de reserva del incidente muestra al Mencho, de 19 años, con una sudadera con capucha y con acné en la cara. Dos meses después, nació su primer hija: Jessica Johanna Oseguera, de 33 años.

Antes de ese momento, el actual líder del Cártel Jalisco Nueva Generación se había graduado en la labor de proteger los cultivos de marihuana.

Los plantíos que cuidaba “El Mencho” pertenecían a Manuel Salcido Uzeta, “El Cochiloco”, un viejo líder del extinto Cártel de Guadalajara, y por quien conoció a los cabecillas de la organización de “Los Cuinis”.

La relación de Nemesio con los líderes de dicha célula criminal fue tan estrecha, que comenzó con un amorío con Rosalinda González Valencia, operadora financiera de “Los Cuinis”.

Tres años después del nacimiento de su primogénita, Mencho viajó a San Francisco, donde fue arrestado nuevamente —esta vez por vender drogas— y unos meses más tarde fue deportado a México.

Los próximos meses son confusos, pero según las cuentas, en 1990, Rosalinda y el cabecilla narco tuvieron a su segundo hijo, Rubén Oseguera González, acusado de conspiración para traficar más de 5 kilogramos de droga a Estados Unidos.

Rubén Oseguera, de 29 años, nació en San Francisco, California. Tiene varios alias entre ellos “El Junior”, “El Rubencito” , “El Rojo” y el más conocido por ser diminutivo del apodo de su padre, “El Menchito». El hombre fue extraditado el jueves pasado a EEUU.

Pero en el organigrama del CJNG existe un miembro que aún no aparece oficialmente: Laisha Michelle Oseguera González, de quien la descripción es poca.

Aunque la mayoría de los vástagos de los capos mexicanos más buscados presumen con temeridad de su ostentosa vida en las redes sociales, de Laisha no existe rastro.

Sólo el portal elblogdelnarco.com ha dado crédito a la existencia de la hija del Mencho . En su investigación, el medio informó que en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, el nombre de Laisha aparece como propietaria de algunos inmuebles en la ciudad de Tijuana, Baja California.

Fuente:

El blog del narco